Varios meses después de ver algunos de los recientes artículos de mi colega Andrés (Tim Cook hace el 80% de su trabajo en un iPad. ¿A quién le importa?” y “¿Ahora nadie quiere tener un iPad?”), me quede pensando en todas las posibilidades, ya que hace días Apple presentó lo que para la compañía es un super ordenador! Y precisamente se trata del iPad Pro que, según dicen algunos, rinde más que muchos de los portátiles del mercado actual. De hecho el mismo Apple lo dice:
No es un iPad. No es un ordenador. Es un superordenador.
Así pues, para “no comer cuento” o “tragar entero” decidí irme a viajar llevando el iPad Pro como dispositivo central, no sólo para consumir contenidos sino para hacer las cosas urgentes de productividad que salieran sobre la marcha. Puedo decir que el experimento salió bastante bien aunque, como todo, es cuestión de costumbre. Efectivamente se puede hacer prácticamente de todo, lo cual reforzó mi creencia en que:
“No hay dispositivos malos, todo depende del caso de uso de cada quien”.
En lo personal, pude comprobar que el iPad Pro 9.7″ en compañía del iPhone, los accesorios indicados y un buen plan de datos, me sacaron de la mayoría de apuros que se me presentaron durante el viaje. Desde el principio establecí que como prioridad llevar el pasabordo en el iPhone, las cartas de invitación y los seguros en el iPad fueron la combinación perfecta para transitar en los aeropuertos y aclarar cualquier duda de los oficiales de aduana.
Antes de salir de viaje, lo primero que hice fue preparar los dispositivos, los accesorios y aplicaciones que iba a cargar conmigo para mejorar la experiencia de consumo y productividad, tanto en el iPad Pro como en el iPhone (algunos eran totalmente nuevos: entonces procedí a desempacarlos).
Primera vista al iPad Pro y sus accesorios
El destape del iPad Pro de 9.7″ (en caso de problemas para ver el video, haga clic aquí):
Apple Pencil
El destape del Apple Pencil (en caso de problemas para ver el video, haga clic aquí):
Smart Keyboard
El destape del Smart Keyboard (en caso de problemas para ver el video, haga clic aquí):
Las #Apps para usar con el iPad Pro
Después de destapar y cargar los dispositivos, procedí mentalmente a analizar la mayoría de los escenarios que podrían llegar a ocurrir (obviamente como no soy adivino olvidé algunos que voy a resaltar “para que no le pase lo mismo a los lectores”). El siguiente paso fue el inventario de las cosas a llevar y, obviamente, de las aplicaciones que debía tener instaladas, lo cual resultó ser algo parecido a los siguientes escenarios (salvo la explicación que hago para que todo aquel que no esté familiarizado con un determinado ítem, pueda entender la razón de su inclusión en la lista):
- Lector de tarjetas SD y microSD i-Flash: este adminículo me permitió expandir temporalmente la memoria del iPad Pro e, incluso, importar contenidos externos de tarjetas microSD cargadas de fotos y archivos multimedia, para aprovechar los tiempos muertos o de espera durante el viaje,
- Cargador portátil y cables de conexión: cuando los planetas se alinean y la mala suerte ronda para que el avión no tenga entradas USB disponibles en un viaje de más de 10 horas, este “gadget” “puso su granito de arena”, salvándome del aburrimiento al permitirme cargar más de un dispositivo al tiempo,
- Audífonos con función para cancelar el ruido: de esta forma podía consumir contenidos multimedia sin tener que subir el volumen a un nivel que le hiciera daño a mis oídos,
- Material de lectura para tiempos muertos en el avión o en noches de insomnio: en dichos casos las aplicaciones de Kindle, Safari Books, iBooks y otras llegaron a “salvar la patria”, matando el aburrimiento en momentos donde no se podía contar con una conexión a la red. En los casos donde no se me antojaba leer, aplicaciones como Podcast, Deezer (que tiene un muy buen catálogo de música en español), Amazon Music, Amazon Video, TED Talks y las compras/alquileres de iTunes Store, me proporcionaron mucha alegría gracias a la capacidad para desplegar contenidos multimedia sin necesidad de conectividad.
Gracias a Dios estaba preparado, porque los contenidos de entretenimiento en el avión dejaban mucho que desear ya que, además de no ser los mejores, tampoco eran gratuitos (requerían pago con tarjeta de crédito). Ahora bien, ya en tierra el tema era diferente, pues debía preocuparme por:
- Validar mi reserva, para lo cual, la aplicación de Airbnb fue de gran ayuda, por tener todo al alcance de un clic y, así, la comunicación con los dueños del apartamento fue realmente muy fluida,
- En materia de productividad, la suite de Microsoft Office (o para los más puristas Pages, Numbers y Keynote), Evernote, el repositorio de archivos en Dropbox, Box, Google Drive entre otros fueron las aplicaciones donde se puede editar, organizar y alojar todos los documentos necesarios para poder garantizar el acceso a la información durante todo el viaje.
- El transporte fue fácil gracias a la aplicación del metro (Easy Bart), Moovit, Waze, Uber, Lyft, Google Maps y el servicio de alquiler de Silvercar.
- En materia de comunicación: llevé el manos libres del iPhone que funciona perfectamente en el iPad. En general, FaceTime, Skype y el VPN me permitieron suplir mis necesidades de comunicación, inclusive me era posible hablar desde mi propia extensión (como si estuviera sentado en la oficina ).
- En las reuniones presenciales, el Apple Pencil en compañía de aplicaciones como Notes y Paper 53 fuero primordiales para analizar flujos de trabajo, hacer “mamarrachos” y, al final, con sólo un clic, compartir el trabajo con todos los asistentes, dejando a más de uno “sorprendido” con la facilidad de expresión de dichas herramientas.
El iPad Pro además de tener una buena capacidad de procesamiento y mejores parlantes (que las iPads más antiguar) tiene una pantalla de gran definición que permite abrir hasta 3 aplicaciones al tiempo para hacer múltiples tareas, como chatear mientras se revisa el email y se ve un video. Lo cual, aunque no es lo más recomendable, dado el umbral de atención, puede ser útil en el caso de estar pendiente de validar la respuesta de varias fuentes en el mismo instante (lo cual siempre suele tardar bastante porque no todo el mundo responde a tiempo: por eso es útil poder ver un video mientras se espera).
Y entonces?
En resumen, pude hacer prácticamente todo lo necesario para producir y pasear, pero, en ocasiones, tuve que ser muy creativo para ajustarme a la dinámica de usar varias aplicaciones para llegar al mismo resultado que tendría con sólo una en el Mac. En lo personal, creo que valió la pena, ya que encontré nuevas formas de hacer las cosas, desde la perspectiva de recordación, escribir a mano alzada con el Apple Pencil y hacer “mamarrachos”, me ayudó mucho y, particularmente, mi maleta se sintió más liviana que cuando cargo el PC.