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“El Social Media es tan adictivo como el Chocolate”: Estudio

Un nuevo estudio demuestra que las mismas zonas del cerebro que se activan cuando comemos chocolate o apostamos dinero se activan cuando compartimos información en redes sociales

Un nuevo estudio parece comprobar, científicamente, lo que ya hemos aprendido empíricamente acerca del social media: que es súper adictivo, especialmente entre los jóvenes.

Y es que los números asociados al social media crecen y crecen con el paso de los días, no sólo en relación con cuántas personas lo utilizan sino con la cantidad de tiempo que cada persona “invierte” en actividades relacionadas con el mismo y con la cantidad de veces que comparte contenidos en las diferentes redes sociales. 

Un estudio de UCLA, realizado durante el último año, ha permitido a los científicos validar que las mismas zonas del cerebro que se activan cuando se consume chocolate, se juegan juegos de azar (valga la redundancia) o se realizan actividades cuyo outcome esperado es una recompensa son las que se activan en los cerebros de los jóvenes cuando sus posts son vistos, calificados y compartidos por otras personas (incluso si no las conocen directamente).

Lauren Sherman, líder de la investigación, resalta en su artículo (publicado la semana pasada en el Psychological Science) algunos puntos interesantes: 

1. Los “Circuitos de Recompensa” del cerebro se activan de manera importante cuando los usuarios ven que sus posts reciben interacciones positivas
2. Imágenes con temas “peligrosos” como el cigarrillo, el acohol y las drogas, al igual que situaciones insinuantes y osadas generan un mayor nivel de reacción del cerebro de los jóvenes 
3. No solo eso, este tipo de imágenes parecen desactivar las zonas de inhibición y control de nuestras mentes mientras que concentran la reacción química en aquellas zonas asociadas al placer y a la emoción.
4. El número de likes que tiene una fotografía afecta en buena manera la posibilidad de que los jóvenes le den like a la misma. Es el equivalente a la presión de grupo que experimentan los jóvenes en sus círculos de amigos y compañeros.

El Social Media sirve como megáfono, como amplificador, de esos mensajes banales o importantes que queremos compartir y el permitirnos recibir feedback inmediatamente y de una población mucho mayor a los que nos rodea físicamente lo vuelve cada vez más atractivo. 

Sin embargo, para los padres y madres de estos jóvenes hay lecciones importantes entre las que se destaca la importancia de saber qué contenidos comparten sus hijos, con quiénes los comparten y qué contenidos están viendo de otras personas. 

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