En TECHcetera hemos tenido varias discusiones acerca de la manera como varios de los colaboradores han mejorado en materia de fotografía usando los nuevos teléfonos.
Hay diversos puntos de vista al respecto del mismo asunto pero, generalmente, la conversación se mueve alrededor de estos puntos:
- Unos hablan de lo buen fotógrafo que puede llegar a ser alguien que logra tomas impresionantes con un smartphone.
- Otros dicen que no se trata del fotógrafo sino del terminal que lo hace todo.
- Además, existen otros más ecuánimes que afirman que, de nada sirve un celular con un set de cámaras increíbles, si la persona que lo maneja no entiende los conceptos básicos de fotografía.
Llegar a un punto de encuentro es difícil y, posiblemente no es el objetivo del presente artículo que, solamente, pretende evidenciar los mucho que se ha avanzado a nivel de la llamada fotografía computacional que, constantemente, ha revolucionado la forma de ver las cámaras de los móviles.
Ahora bien, para el usuario promedio es difícil percibir los avances en materia de fotografía computacional en las actividades básicas que realizar en el día a día con el smartphone pero, la verdad sea dicha, más allá de la configuración del set incorporado en el móvil (algunos terminales tienen dos, tres, cuatro, cinco y hasta más cámaras con diferentes funcionalidades), las capacidades son fáciles de percibir en los siguientes escenarios:
Funcionalidades posibles gracias a la Inteligencia Artificial
- Fotos que parecen captadas con la iluminación digna de un estudio fotográfico,
Una explicación corta y muy visual sobre el funcionamiento del modo #retrato para ajustar la luz ? después de tomar las #fotos en el #iPhone8Plus.
Publicado por TECHcetera en domingo, 29 de octubre de 2017
- Videos a 960 cuadros por segundo parecidos a los de una película de Hollywood,
- Imágenes panorámicas que antes tocaba pegar a pulso consumiendo horas en ajustes, ahora queda prácticamente listas al terminar las tomas,
- El Alto Rango Dinámico o HDR, donde la terminal toma varias fotografías con una baja exposición y selecciona lo más relevante, procediendo a construir la imagen final a partir de las mejores segmentos de la ráfaga,
- Imágenes con profundidad de campo en donde es posible diferenciar los planos para producir el efecto bokeh y otros similares,
- El foco y apertura selectivos para hacer posible el sueño de muchos de tomar la foto y, posteriormente, seleccionar el punto de enfoque,
- La detección de escenas para configurar los valores de iluminación, contraste y otros más propicios para una determinada captura,
- Zoom para lograr acercar más el sujeto en cuestión disminuyendo el ruido,
- Limpieza de imperfecciones reemplazándolas con información relacionada al contenido circundante de la escena,
- La capacidad de cambiar a diversos lentes de acuerdo al objetivo de la toma, tal como si se llevara la navaja suiza de las cámaras en el bolsillo,
- Fotografía nocturna con mucha luz y detalles claros,
- Astrofotografía en donde es posible capturar la información de los astros que se esconde detrás de la oscuridad de la noche, por medio de 15 diferentes tomas con exposición variable que se sobreponen resaltando los puntos de luz que corresponden a los cuerpos celestes del firmamento,
- Efectos en tiempo real que ayudan a mejorar las capturas.
En todos los anteriores ejemplos es posible evidenciar el poder de la fotografía computacional que, indudablemente, da ese empujoncito adicional necesario para ¡transformar una simple captura en algo más extraordinario!
Ahora bien, muchos de los puristas en el tema dicen que a eso a lo que le llamamos “Fotografía computacional” ha desvirtuado los fundamentos básicos pero, para muchos otros, es el equivalente a lo que anteriormente hacían los antiguos fotógrafos por medios ópticos pero, cambiando el sustrato y los lentes por una robusta capa de código que trabaja en equipo con el chipset, sensores y demás componentes de hardware para hacer en segundos el trabajo de post-producción.
¿Qué opinan los lectores sobre la fotografía computacional?
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