El fin de semana mis amigos de Ciencia, Salud y Tecnología en NTN24 me invitaron a hablar un poco del nuevo iPad Pro, del Magic Keyboard y de cómo ha cambiado el dispositivo en estos 10 años de existencia. Y me quedé pensando que sería interesante escribir un poco sobre este último tema en el marco de lo que trae iPadOS 14 y la introducción de un teclado con trackpad a la plataforma.
Y tal vez para comenzar es importante recordar el raciocinio bajo el cual Apple lanzó el dispositivo en 2010, con una gráfica que resume la situación en dicho momento. Una gráfica de la presentación que hizo Steve Jobs el día del lanzamiento del iPad original (del cual hicimos una retro-reseña a finales del año pasado) y en la cual planteaba la pregunta de si había espacio para una tercera categoría de dispositivos, una que se ubicara entre el smartphone y el computador.
Decía Jobs: “Si va a existir una tercera categoría de dispositivos, tendrá que ser mucho mejor en estas tareas que un laptop y un smartphone. De lo contrario no hay razón para que exista”.
¿Cuáles tareas?
- Navegar en internet
- Leer el correo electrónico
- Ver nuestras fotos y videos
- Escuchar música
- Jugar juegos, y
- Leer ebooks.
En otras palabras, el iPad se concibió -y se lanzó- originalmente como un dispositivo de consumo de contenido (si quiere ver la presentación completa del lanzamiento, aquí está). De ahí el gran foco en temas como el de la pantalla y el contenido, especialmente alrededor de temas educativos.
10 años después hay un iPad para cada gusto, para cada necesidad y para cada tipo de usuario.
Si lo suyo es sólo leer y quiere máxima portabilidad, está el iPad Mini. Si usted es un power user seguramente optará por un iPad Pro con su Magic Keyboard (del cual les estaré contando durante la semana) y para todo el mundo que está en ese in between está el iPad y el iPad Air (si quiere ver las diferencias entre estos 2 modelos, siga este link).
Es más, déjeme repito lo que he dicho un millón de veces: para el 88% de la gente el mejor computador posible es un iPad. Y lo es por su facilidad, por su versatilidad, por las millones de apps y los petabytes de contenido que existen, pero sobretodo lo es por la seguridad y privacidad que ofrece y que ahora se verá empoderada, aún más, con las nuevas caraterísticas de iPadOS 14 (de las cuales ya les contamos hace unos días).
El iPad de hoy, todos salvo el iPad Mini (creo), ya no son dispositivos de consumo de contenido. Su visión y su enfoque han mutado más hacia el de un prosumidor que crea contenido, que lo comparte, que quiere versatilidad en cómo hacerlo y que, además, tiene en sus manos la perfecta pantalla para cuando se quiere sentar a leer, a navegar, a jugar.
El impacto del iPad, más allá del iPad
Apple ha logrado único en este siglo. Algo que creo es más importante que el market share de sus productos, la cantidad de ventas y utilidades con las que sorprende trimestre a trimestre o la capitalización de mercado que ostenta y que lo llevó a ser la primera compañía pública en sobrepasar el billón de dólares en capitalización de mercado.
Apple ha logrado convertirse en un referente de diseño con sus productos y son estos los que han moldeado lo que otros fabricantes terminan lanzando al mercado.
Si usted es joven de pronto no se acuerda cuando todos los audífonos eran negros y cómo los audífonos del iPod pusieron “patas arriba” el mercado y crearon una revolución cultural en la que el blanco era cool.
De pronto no se acuerda cómo eran los laptops hasta que se lanzó el MacBook Air el 29 de Enero de 2008. Y a lo mejor no se acuerda cómo eran los smartphones hasta que apareció el iPhone.
El iPad no es la excepción. Es gracias al iPad, y al susto de que le pasara lo mismo que le pasó con el iPhone, que Microsoft decidió tomar las riendas del proceso de diseño de hardware (y dejar de depender en lo que Dell, HP o Lenovo hicieran) y lanzó al mercado el Surface en 2012.
Un equipo que no era más que iPad en esteroides, con un teclado que se podía pegar y despegar, con un Windows que nadie entendió y que terminó generándole pérdidas por cerca de mil millones de dólares a Microsoft. Pero fue un equipo que presionó a Dell, a HP, a Lenovo y los demás a OEMs a pensar de forma diferente y a crear ese modelo 2-en-1 que hoy por hoy es uno de los más vendidos a nivel de computadores portátiles.
Es extraño que al iPad le haya tomado 10 años llegar precisamente a ese modelo híbrido cuando fue el responsable de crear esa revolución. Pero como todo con Apple, la compañía nunca es la primera, pero sí es la que pega más fuerte. Y hoy, con más de 500 millones de unidades de iPad vendidos, así lo demuestra.