En el contexto de la industria de la tecnología, el año 2013 no será recordado por ser uno de los más activos de la historia. Por el contrario, considero que el año 2013 fué un año perdido para la industria.
La noticia del año fué la crisis generalizada de la industria de los PC
Microsoft, el gorila de las 500 libras de la industria, pasó sin ton ni son el año 2013. Solo vimos 2 noticias importantes generadas por el gigante de Redmond:
- La salida de Steve Ballmer, y un proceso de reemplazo que está tomando mas de lo necesario.
- Una write-off de 1 billón de dólares, generado por la imposibilidad de mover el inventario de Surface.
La crisis de Microsoft tuvo repercusiones en la industria. Dell, otrora la estrella mas rutilante de la industria entró en crisis y luego de una batalla legal, salió del mercado público de valores. Hewlett-Packard vive también su propia crisis, aunque hay que decirlo sus indicadores han mejorado desde la llegada de Meg Whitman. En general cualquiera que produzca PCs entró o profundizó su crisis durante el año 2013.
El mundo de los móviles es un duopolio
El mundo de los móviles sigue dividido en 2 partes desiguales. Android domina la participación de mercado, con 2/3 partes del mismo. Apple por su lado, aunque solo tiene 1/3 del mercado, invierte la ecuación cuando la misma se mide en términos de rentabilidad. Otros jugadores de este espacio, en específico Blackberry están al borde de la quiebra. Microsoft tiene una posición algo mas cómoda, tras la adquisición de Nokia, pero el futuro no se ve muy brillante. Windows Phone no ha logrado la tracción de mercado necesaria que haga pensar que van a ser una alternativa viable a Android o Microsoft.
Desde luego la gran discusión en el mercado de los móviles sigue siendo el tema de la fragmentación. Mientras Apple logra que prácticamente todos sus usuarios vayan a la última versión es cuestión de un par de meses, Android reparte su mercado entre 3 o 4 versiones de su software. La realidad (medida estadísticamente) indica que los usuarios de iOS están mucho mas atrapados por sus dispositivos que sus contrapartes que usan Android, lo cual no ha permitido que la ventaja de Android se consolide.
Hay una burbuja en el mundo de las aplicaciones
Las valoraciones de las empresas de internet están por la nubes. LinkedIn, Twitter y Facebook, recién entrados al mercado público de valores, jalonaron las expectativas de Wall Street. Pero la burbuja es aún mas evidente en las rondas de capital de riesgo. Varias empresas, como Box, Evernote, entre otras, han superado valoraciones de 1,000 millones de dólares.
El problema con la burbuja, no es la burbuja en sí. El problema es que hemos visto un estancamiento en la innovación que viene desde los hubs tecnológicos mas importantes. Los emprendedores están concentrados en hacer dinero y no en innovar y eso puede ser el inicio de un desastre como el vivido en el año 2001.
Nuestra región puede ser considerada la excepción que confirma la regla. Si bien estamos viendo un escenario de innovación y dinámica, la misma esta siendo impulsada por recursos de gobierno cuya sostenibilidad es dudosa. Las rondas de inversión y sobre todo las estrellas rutilantes de la industria, siguen brillando por su ausencia
La tecnología empresarial resurge
Una excepción en todo este escenario de caos, es la tecnología empresarial. Curiosamente las buenas noticias no vienen de los sospechosos usuales, Oracle, SAP o Microsoft, sino de pequeñas empresas que están solucionando grandes problemas empresariales. Startups y empresas como Tidemark, Marketo, Workday, entre otras, han entendido que hay un cambio sísmico en la manera como las empresas adquieren y adoptan tecnología.
El enfoque en las aplicaciones ofrecidas desde la nube, está poniendo en tela de juicio la función de IT. Las áreas funcionales empieza a ver a IT como un filtro innecesario y no como un partner de negocio. El negocio de la implementación de aplicaciones está en riesgo. Los usuarios se están encargando directamente de este proceso.
Las revoluciones que esperábamos, no se consolidaron
2013 iba a ser el año de los wearables. La verdad sea dicha, es que no ha sucedido lo que esperábamos. No quiero decir con esto que la categoría esté muerta, por el contrario, cada vez es mas evidente que hay un futuro brillante en este espacio. Pero está tomando mas tiempo del que esperábamos para encontrar la fórmula ganadora.
Tampoco sucedió nada de lo que esperábamos en el espacio de la TV en línea. Los rumores del televisor de Apple empiezan a apagarse y los jugadores de ese espacio siguen enfocados en los smart TVs, que son una decepción y en mejorar la resolución de la imagen.
En fin, si el 2013 fué un año perdido, el 2014 pudiera ser el de las innovaciones. ¡Esperamos a ver que sucede!