En los últimos días he estado probando los nuevos AirPods2 y el nuevo iPad Mini y, más allá de las mejoras funcionales que he encontrado y que les contaré en los reviews de ambos de dispositivos que publicaré aquí en TECHcetera en los próximos días, debo confesar que cada vez que los miro me sorprende lo iguales -no parecidos, sino idénticamente iguales- que son a sus antecesores desde el punto de vista visual.
Y eso me ha puesto a pensar en lo simple, reutilizable y poderoso que es el lenguaje de diseño de la compañía y en la cantidad de esfuerzo que debe tomar ser capaz de producir un dispositivo y mantener su look-and-feel por años con el fin de combatir la famosa Obsolescencia Percibida y proteger la inversión que sus usuarios hacen en aparatos de la marca.
[Si quiere ahondar sobre los conceptos de Obsolescencia Programada y Obsolescencia Percibida lo invito a que se vea este capítulo de Link 2.0 de Canal Trece en el que me invitaron a participar ya hace un par de años.
Y es que si usted mira los dispositivos y los compara visualmente con sus antecesores, los AirPods originales (que fueron lanzados en Diciembre de 2016) y el iPad Mini 4 (lanzado en Septiembre de 2015), no verá ninguna diferencia.
En el caso de los AirPods la única pista que hay es en la nueva caja de carga inálambrica (que es compatible con cualquier versión de los audífonos) y que tiene un pequeño led que muestra cuando está cargando.
El upgrade, en realidad, está por dentro (para entenderlo lo invito a leer los reviews). Por fuera Apple mantiene la línea, el diseño y la forma de tal manera que con su lanzamiento no afecta para nada a los dueños de sus anteriores versiones.
Si. Son más rápidos, más poderosos y, en el caso del iPad Mini, su pantalla es compatible con el Apple Pencil de 1ra generación y tiene mucha mejor resolución. Pero a simple vista los dispositivos recién lanzados y sus antecesores inmediatos son idénticos.
3 efectos
El primer efecto de esto es que las versiones anteriores de los productos siguen viéndose vigentes y que usted al verlos en la calle no puede diferenciar unos de otros.
El segundo es que los precios en el mercado secundario de los productos Apple están muy por encima de aquellos de dispositivos de la competencia que cada año cambian de modelo, de diseño y de cómo se ven -a kilómetros de distancia- sus dispositivos.
Y el tercero es que si usted tiene accesorios y adminículos para sus dispositivos, estos servirán con los nuevos modelos sin necesidad de tener que comprar todo de nuevo.
Pero no sólo eso. El hecho de que 3 y 4 años más tarde el diseño de los dispositivos esté aún vigente dice mucho del proceso de diseño y de la filosofía de la compañía y de cómo piensa esta en los usuarios finales. Sí, los productos de Apple son generalmente más caros que los de la competencia. Pero el tiempo de vida es mucho mayor, el valor en el mercado secundario es mucho mejor y la experiencia que se obtiene gracias al ecosistema aún no tiene comparación.
