Del Watch sabemos muchas cosas, pero en realidad no sabemos casi nada de los 2 factores de compra mas importantes. Por un lado, no sabemos cuanto tiempo va a durar su batería. La omisión es fuertemente sospechosa y es un indicador de que hay problemas con ese asunto. Por el otro lado, Apple únicamente nos dejó saber que la versión base del Watch va a costar USD 349. Pero sabemos que hay 3 modelos diferentes.
Hoy en la blogosfera se maneja el rumor de que las versiones en acero inoxidable empezarán en un precio alrededor de USD 500 y las versiones en oro podrían costar USD 4,000 o más. Las fuentes de esta información han sido creíbles en el pasado.
Mi primera reacción frente a estos rumores es que el Watch está perdido. Desde luego todo depende del marco de referencia con el que se mide. Quienes ponen al Watch en la categoría de relojes de lujo, compitiendo directamente con marcas como Tag Heuer, Rolex o Hublot, dirán que el precio es razonable. Pero quienes creemos que el Watch compite en otra categoría diferente, la de los gadgets y smartphones creemos que los precios se salen de toda lógica. Yo no pagaría USD 4,000 dólares por un dispositivo que posiblemente esté obsoleto en cuestión de 1 año.
El portal Business Insider corrió una encuesta acerca de los smartwatches durante el mes de Octubre. Sus lectores son en su mayoría jóvenes profesionales de ingresos altos y con un apetito muy fuerte por dispositivos electrónicos, mercado ideal para estos dispositivos. Las respuestas a la encuesta ponen en entredicho la estrategia de los fabricantes. Los smartwatches no parecen ser una categoría ganadora. Al menos no en este segmento demográfico.
Tan solo 1 de cada 5 encuestados, en promedio, tiene la intención de comprar un smartwatch. Apple lidera la intención de compra, pues 1 de cada 3 de sus usuarios están interesados en el Watch. Esto quiere decir que entre los usuarios de Android la estadística debe ser terrorífica, teniendo en cuenta que son la gran mayoría del mercado y que ya hay dispositivos en el mercado. El problema pareciera estar sustentado en un desconocimiento de la funcionalidad del smartwatch. Tan solo 40% de los encuestados entiende que el gran beneficio del smartwatch es redirigir notificaciones, información y contenidos cuando no es posible acceder al smartphone. Otra minoría lo ve como un dispositivo para medir signos de salud y estado físico.
Entre quienes no quieren comprar un smartwatch, que son la inmensa mayoría, mas de la mitad no entienden para que sirve el dispositivo. Los demás se dividen entre quienes no usan (usamos) un reloj, y quienes creemos que los smartwatches vistos hasta ahora son horribles. El problema de la categoría es que no hay un caso de uso que lleve a los usuarios a comprar uno de estos dispositivos mas allá de la moda de comprarlos.
Mi perspectiva es que este va a ser un mercado muy importante en el futuro, pero va a tomar un largo tiempo para que su adopción se masifique. Los cuellos de botella están en la duración de la batería y en el diseño. En especial porque todos los fabricantes están tratando de posicionarse en la parte alta de la categoría, en donde se presume que está la mayor parte de las utilidades. Hay una probabilidad mi alta de que en los próximos meses empiecen a aparecer aplicaciones y por ende casos de uso que posicionen a estos dispositivos como una necesidad. tendremos que esperar a que eso suceda, antes de poder dar un claro favorito en este mercado. Yo me declaro escéptico y esperaré al menos una generación de dispositivos y a tener claro el caso de uso antes de hacer la inversión.
Se rumora que existe la posibilidad de que el chip interno y batería puedan ser actualizado sin cambiar el casing. Si es así sigue pensando lo mismo?
Realmente muy regular el editorial.