Con el auge del emprendimiento, la gran mayoría de personas cree tener la siguiente extraordinaria idea que revolucionará el mercado: iniciar un negocio en línea que pueda funcionar sin tener una ubicación física u oficina para reunir a los correspondientes empleados. Por lo mismo, la movilidad ha sido clave para generar un cambio en la manera de usar internet ya que la mayoría de usuarios no quiere consumir contenidos de la manera tradicional, donde se abría un navegador y se digitaba la dirección para ingresar a un determinado sitio web. Ahora lo más natural para los usuarios es descargar una determinada aplicación que funcione de manera más rápida, haciendo un uso eficiente de los recursos de la terminal, tales como el GPS, el acelerómetro, la cámara y la conexión de datos.
Pero, como muchos se habrán podido dar cuenta, a veces construir aplicaciones (hacer por hacer) no es la solución, no es la receta del éxito! En la actualidad existe una gran oferta de Apps gratuitas y pagas en cada una de las tiendas (AppStore, Google Play y otros) pero, lastimosamente, el usuario promedio utiliza menos de 6 de las apps que tiene instaladas en su smartphone. Así pues, si esto fuera una cuestión de moda, es posible que muchos desarrolladores (que hasta ahora están empezando) estén llegando tarde al desfile y con diseños repetidos.
En resumidas cuentas, la tecnología por si sola no es la solución, es la herramienta para mejorar los procesos pero, desde el momento de la definición del proyecto, hay que tener muy claras las demás variables que pueden llegar a acelerar un proyecto o a ponerlo en riesgo! Tal como lo decía Andrés en otro artículo:
Toda actividad se tiene que poder realizar sin tecnología. Obviamente usando tecnología se puede hacer mas rápido y eficiente, pero la tecnología no es el factor crítico. El factor crítico es el diseño de los procedimientos.
Ahora bien, analizando un poco más a fondo las variables, es evidente que la experiencia del usuario suele ser un factor diferenciador que hace a los prospectos y/o usuarios preferir ciertas aplicaciones en comparación con algunas otras. Por lo mismo, los diseñadores de experiencia (UX), pueden llegar a inclinar la balanza y llevar a un usuario a engancharse con ciertas apps dada su facilidad de uso, la parte intuitiva de las mismas, el valor agregado y la forma en que se adaptan a determinadas necesidades.
Es posible que hasta el momento, el concepto sea un poco etéreo pero, seguramente al verlo plasmado en un ejemplo como el de Air BnB, puede llegar a ser mucho más claro el papel del diseño en la experiencia que, al fin de cuentas, ha ayudado a cambiar un poco la concepción cultural de la palabra “extraño” para los usuarios del sistema (en caso de problemas para visualizar el video, por favor hacer clic en el siguiente enlace):
