Tal como lo mencionábamos anteriormente en otro artículo:
“Las autoridades y expertos en transporte presumen que las personas son racionales a la hora de elegir la ruta para de ir de un lugar a otro. Los modelos de predicción y diseño de las vías se han creado a la luz de esta premisa básica. Una investigadora de MIT decidió comprobar esta tesis y llegó a algunos resultados sorprendentes. Para probar si los usuarios usan la ruta óptima en sus viajes, el estudio instalo GPS en cientos de vehículos en carreteras de Europa, y luego revisó su comportamiento. El descubrimiento inicial es que las personas tienden a usar la misma ruta una y otra vez. En algunas pocas ocasiones usan rutas alternas. Lo interesante es que las rutas preferidas no son las rutas óptimas que ofrecería un sistema de GPS como Waze.”
Después de leer dicha nota, decidí hablar con Marta González (profesora de MIT) para entender un poco más a fondo la tesis sobre el uso de las rutas y cómo el egoísmo tiende a afectar el tráfico. La charla me ayudó a darme cuenta de lo siguiente:
En el hipotético caso de que gran parte de los conductores procedieran a usar la mejor ruta sugerida por Waze, rápidamente dicha ruta dejaría de ser la mejor, ya que la infraestructura seguiría siendo la misma pero la ocupación, en ese determinado momento del tiempo sería mayor, provocando esos trancones tan odiados por todos!
En caso de problemas para ver el siguiente video, haga clic aquí.
Así pues, a menos que todos los ciudadanos pongan su “granito de arena” para adoptar soluciones colectivas (como el ajuste del tiempo para que no todo el mundo se movilice a la misma hora, el #CarPooling, el uso de la bicicleta, el transporte público y otras opciones que disminuyen y/o optimizan la demanda de vías), seguramente el tráfico seguirá colapsando cada vez más frecuentemente.
Aunque suene chistoso “hay que ser un poco altruista de vez en cuando en materia de movilidad!”.