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El trancón y las congestiones de tráfico son culpa suya

Un estudio de científicos de MIT descubrió que no estamos usando las vías de la manera como fueron diseñadas.

Las autoridades y expertos en transporte presumen que las personas son racionales a la hora de elegir la ruta para de ir de un lugar a otro. Los modelos de predicción y diseño de las vías se han creado a la luz de esta premisa básica. Una investigadora de MIT decidió comprobar esta tesis y llegó a algunos resultados sorprendentes.

Para probar si los usuarios usan la ruta óptima en sus viajes, el estudio instalo GPS en cientos de vehículos en carreteras de Europa, y luego revisó su comportamiento. El descubrimiento inicial es que las personas tienden a usar la misma ruta una y otra vez. En algunas pocas ocasiones usan rutas alternas. Lo interesante es que las rutas preferidas no son las rutas óptimas que ofrecería un sistema de GPS como Waze.


¿Cuales pueden ser las razones para elegir una ruta ineficiente?

El estudio detectó una serie de factores comunes. Por ejemplo, las personas prefieren rutas con largas rectas al inicio de su viaje. Ciertos puntos de referencia, como monumentos o edificaciones, también influyen la ruta, atrayendo una mayor cantidad de conductores a sus cercanías. De la misma manera, la simplicidad, el consumo de combustible juegan un papel importante en la decisión del conductor.

En una segunda parte del estudio, los investigadores intentaron determinar que tan alejadas del óptimo son nuestras rutas. Ante la complejidad de comprar rutas diferentes, con trayectorias y distancias diferentes, los investigadores “transformaron” las rutas para normalizarlas haciéndoles empezar y terminar en los mismos puntos. Al hacer esta visualización un detalle curioso se hizo evidente. El patrón de las rutas se parece muchísimo al de las fuerzas magnéticas.


Según los científicos esto indica que hay un factor de proporcionalidad entre la distancia recorrida y el desvío que las personas están dispuestos a aceptar en su recorrido. La estimación de los expertos es que la eccentricidad, es decir el tamaño del desvío, es de 0.8 (donde 1 significa que no hay ningún desvío sobre la linea óptima y 0 quiere decir que el desvío es tan largo como la distancia a recorrer).

Así que los resultados de este estudio son bien interesantes:

  1. La culpa del trancón es en gran parte suya, porque no esta usando la ruta mas eficiente, bajo la cual fue diseñado el sistema vial
  2. Los gobiernos locales se podrían apalancar en herramientas como Waze para enrutar el tráfico y aliviar de alguna manera la congestión
  3. Ante un futuro en donde los vehículos son autónomos, tanto los gobiernos como las empresas privadas podrían crear modelos de incentivo, para que las rutas se normalicen hacia el óptimo generando importantes ahorros en costo y tiempo

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