Desde hace unos meses AMD y su línea Ryzen nos ha llamado mucho la atención en Techcetera. No sólo se trata del desempeño del procesador en sí mismo o del respeto que muestran por su cliente al permitir la actualización de la CPU a lo largo de varios años en tarjetas compatibles sino por la revolucionaria propuesta de integrar chips gráficos en un combo que provee.
No sólo se trata de tener potencia necesaria para el día a día, sino de tener la capacidad para lidiar con gráficos de alto desempeño como los que se encuentran en juegos o software de edición de fotografía.
En varias torres (desktops), nos hemos encontrado con el Ryzen 5 y su gran adaptabilidad a diversas tareas y/o con el Ryzen 7 y su alto desempeño. Incluso, hablamos con nuestros amigos de Lenovo que confiaron en AMD para que fueran el corazón de su emblemática línea ThinkPad.
No obstante, apenas ahora pudimos tener como portátil de uso diario una máquina equipada con Ryzen 5 y gráficos VEGA, siendo el seleccionado un HP Pavillion 15-cw005la que corre con un Ryzen 5 2500 y una GPU Vega 8.
¿Qué tan bien lo está haciendo AMD con esta propuesta?
Al parecer bastante bien, pues según cifras de la gente de STEAM, desde que se lazó la segunda generación de su línea Ryzen (a principios de 2018), la marca no ha parado de crecer en usuarios “gamer” que reportan tener este tipo de procesador en sus máquinas.
Adicionalmente, el portal Techradar afirmó que en el caso del Ryzen 7, ya le habla de “tu a tu” a las propuestas más potentes de Intel en términos de ventas.
Volvamos al Pavillion, ¿Cómo se comportó en el día a día?
Recuerden que este computador tiene un hardware bien interesante, pues tenemos un sistema híbrido en el que disco duro de estado sólido y mecánico trabajan juntos y 16 Gigas de RAM. Debemos advertir que, sobre todo, la combinación de ambos discos duros puede afectar un poco los resultados de la prueba, por lo que trabajamos también con la misma versión de este computador; pero con un disco duro tradicional mecánico.
Para comenzar debe decirse que la experiencia siempre se sintió suave y libre de problemas, si bien ambas máquinas están pensadas como computadores de uso ofimático y multimedia, no tuvieron ningún problema con la multitarea que implica escribir esta nota por ejemplo, mientras se exportaban las fotos que ven este artículo. Las variaciones de temperatura, por ejemplo, fueron mínimas.
Una de las ventajas de tener un Ryzen radica en la plataforma de control que, junto con la GPU VEGA, permite controlar parámetros de la pantalla a la vez que permite buscar actualizaciones, estar actualizado con las últimas de la marca e incluso grabar y transmitir contenidos como tutoriales en pantalla o sesiones de juego.
Más que un procesador Ryzen termina siendo una plataforma.
En el caso del procesador en si mismo, estamos hablando de una CPU con 4 núcleos y 8 procesadores lógicos o hilos que, en conjunto, corren a 2.0 GHz. La memoria dedicada de la GPU (que reemplaza a una tarjeta gráfica) es de 1 Giga pero la compartida llega hasta 8 Gigas.
¿Qué efecto tiene todo esto para el usuario final?
Sobre todo TRANQUILIDAD. Siendo sinceros hasta no hace mucho tiempo, los consumidores apuntaban a un AMD porque era una alternativa más económica que lo que presentaba INTEL en el mercado sin embargo, luego de haber trabajando, editado y disfrutado contenidos durante dos semanas en un RYZEN 5, es claro que ya no se trata tan sólo de una marca más barata; sino de un competidor serio, con una propuesta clara y que entrega una experiencia potente, confiable y capaz.
Con ustedes el Ryzen 5 con Vega 8, ¿El siguiente procesador de su portátil?, seguramente y sin ningún problema.
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Andrés Felipe Sánchez
