Para muchos lectores, el término ¨Fabricación Aditiva¨ (En inglés ¨Additive Manufacturing¨) podría resultar desconocido pero, se trata de un proceso que ha revolucionado la industria mundial en los últimos años, dado que agrupa las tecnologías por medio de las cuales un archivo 3D (tridimensional) es convertido en un objeto físico mediante la adición de una capa tras otra de material (generalmente se usa plástico, resina, metal, papel, cerámica y otros).
El común de la gente, reconoce la Manufactura Aditiva como un sinónimo de la ¨Impresión 3D¨.
Pero, más allá del método, uno de los retos de esta nueva forma de Impresión 3D es permitirle al usuario o cliente pasar del ¨Arte a la Parte¨ sin tener que pensar en la manera como se va a ejecutar el proceso.
La Fabricación Aditiva se origina de un archivo tridimensional o 3D, que se utiliza como modelo para transformar un #Voxel y proceder a crear, personalizar, reparar, optimizar y/o redefinir un producto. Vale la pena aclarar que, en la actualidad, la Impresión 3D no sólo se utiliza para hacer prototipos (modelos de comprobación) sino, también, productos que llegan al usuario final! Ya que modernas maquinas (como las de HP y otros fabricantes) pueden producir capas muy finas (medidas en micrones o milímetros) de material para construir el objeto 3D con la calidad y el acabado muy parecido al de un producto final.
Tal como lo mencionábamos hace un tiempo en TECHcetera:
El #Voxel es el origen de todo! Es la estructura mínima sobre la cual se construye, equivalente a un pixel volumétrico (una especie de pixel de 3 dimensiones).
Con el pasar de los años, las técnicas han evolucionado a tal punto que, en la actualidad, es posible asignarle diferentes propiedades a cada uno de los 340 millones de #Voxeles (aproximadamente) que usa una máquina de Impresión 3D, logrando que, prácticamente, cada parte del trabajo de impresión tenga su propia velocidad y propiedades únicas a nivel de dimensiones, textura y otros (color, conducir el calor o la electricidad, la dureza, la maleabilidad o la ductilidad…), de tal forma que el objeto, literalmente, pueda reaccionar según las condiciones del ambiente.
Ahora bien, no todo es perfecto, aún hay muchos retos a nivel del color y validación del comportamiento en el tiempo de los materiales usados en el proceso de Impresión 3D. Pese a los retos, es un terreno donde hay mucho potencial al crear, modificar o producir productos, dejando de lado la necesidad de tener un molde, superando ciertas restricciones de diseño y usando nuevas geométricas.
Es irónico pero, la Fabricación Aditiva, ha ayudado a mejorar hasta los procesos de inyección (al construír mejores canales de ventilación para los moldes).
La Fabricación Aditiva ha ayudado ilustrar mejor el concepto de lo que sería una #FabricaDigital, en donde por medio de la Impresión 3D y otros métodos, empresas como #Jabil son capaces de fabricar varios tipos de piezas en cualquiera de sus subsidiarias distribuidas a través de cada uno de los continentes. Todo con el fin de obtener el mejor retorno de la inversión de acuerdo a las condiciones regionales y a las políticas gubernamentales en una determinada geografía y momento del tiempo.
En este sentido, la manufactura distribuida va a estar más cerca del usuario final y, gracias a la Impresión 3D ya las nuevas metodologías puede llevarse a otro nivel! Produciendo una flexibilidad especial en la cadena de producción y reduciendo el tiempo de llegada de los nuevos productos al mercado.
