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¿Qué esperar de Twitter ahora que es una “compañía privada”?

¿Qué viene para Twitter y para el mundo?

Alborotado. Así se podría resumir el estado del mercado tecnología por culpa de los difíciles resultados de compañías como Meta, Samsung, Microsoft y Google y la formalización de la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk en una transacción que pareció una temporada completa de House of Cards o una novela mexicana.

 

Y es que justo antes de que se cumpliera el plazo interpuesto por un juez para dar inicio al juicio por la demanda que interpuso la Junta de Twitter en contra de Elon Musk cuando este intentó retractarse de su oferta de adquisición, el hombre más rico visitó las oficinas de la compañía, emitió un twit indicando sus razones y hablo con varios de los empleados y clientes de la plataforma.

 

Mucho se preguntan qué viene ahora que Elon es dueño y señor de la 3ra red social más grande del mundo y, sin duda alguna, la de mayor relevancia en temas políticos, sociales y financieros.

 

Así que déjeme arranco con este Twit del propio Musk explicando las razones de la adquisición a los anunciantes:

 

 

Y quiero arrancar por ahí porque ahora que el tema ya es en serio hay temas importantes que Musk menciona en su misiva:

 

1 – Musk habla de los peligros de las Cámaras de Eco y de cómo estas han llevado a la radicalización y a la división de la sociedad entre “nosotros” y “ellos”. Musk espera que Twitter pueda ser esa “plaza pública” digital en la que quepamos todos, sin importar nuestras creencias, y en la que se pueda debatir “saludablemente” sin que haya violencia. Para Musk es claro que estamos en un punto pivotal en el que a menos de que exista ese espacio “neutral”, lo que veremos es cómo las redes sociales se partirán en 2: uno de la extrema izquierda y otro de la extrema derecha (Kanye: creo que te hablan 🤪).

 

2 – Musk pone el dedo en la llaga y habla de cómo los medios tradicionales, enceguecidos por la necesidad del click y del dinero, han servido de gasolina a esas posiciones polarizadoras extremas destruyendo la oportunidad de diálogo entre personas con ideas diferentes.

 

3 – Musk dice que compró Twitter “para ayudar a la humanidad” y advierte que no será fácil.

 

4 – Y cierra diciendo que Twitter no puede convertirse en “Paisaje Infernal” en el que se pueda decir cualquier cosa sin consecuencias. Es claro que el contenido tendrá moderación para cumplir con las leyes respectivas pero también para que las interacciones que se den sean cálidas y respetuosas, de tal manera que cada usuario pueda escoger la experiencia (y el contenido) que desee de acuerdo a sus propias preferencias.

 

¿Qué viene?

Seguramente veremos, de aquí a Diciembre, una depuración sustantiva de cuentas falsas. Esas cuentas por las que Musk trató de retractarse de la compra y que hoy por hoy pueden estar entre un 8% y un 19% de acuerdo a estimaciones de diversos analistas. Cuentas que son la base de la propagación de las noticias falsas y que han servido para generar esa división que tanto le preocupa a Musk.

 

Así que no se sorprenda si en los próximos días comienza a oír o ver Twits de varios políticos quejándose de que “algo está pasando” porque su números de seguidores están cayendo vertiginosamente.

 

Seguramente veremos cambios en los algoritmos de la plataforma, en la forma de amplificación de posts o de trending topics y no me sorprendería que la compañía incluso se fuera a un timeline más orgánico y menos basado en lo que los algoritmos creen que le interesa más a la gente.

 

Comienza un trabajo arduo para recomponer el modelo de negocio y no depender tanto de la publicidad. Ya lo dijo Musk hace unas semanas: su sueño -X- es poder montar una super app donde los usuarios encuentren todo lo que necesitan.

 

Y, querrámoslo o no, es casi seguro que veremos de regreso a personajes que han sido expulsados de Twitter en el pasado por el contenido que han compartido. Aquí el reto es ver cómo los controlará para promover el dialogo pero controlar la violencia.

 

Lo que se viene será interesante. Sin duda. No todos los días podemos ver una compañía con la influencia de Twitter manejada sin la presión de Wall Street, sin el afán de mostrar resultados cada trimestre, y con la tranquilidad de poder hacer cosas que no son tan populares pero que pueden hacer sentido de negocio en el mediano y largo plazo.

 

Esperemos que mientras tanto, los cambios no terminen generando el fin de la sociedad.

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