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Pronto se acabarán las consolas de videojuegos

Microsoft deja entender que el xBox One será su última consola.

Ayer escribí acerca de como “el software se está comiendo el mundo” y como este fenómeno afecta a casi cualquier industria. Así, en la tarde, Cisco, empresa líder en conectividad de redes, anunció que despediría a 5,500 empleados mientras rediseña su negocio para llevarlo al software.

Las consolas de juegos van a desaparecer

La noticia de hoy es que Microsoft empieza a visualizar exactamente el mismo problema en su negocio de consolas de juegos. En resumen, las consolas de juegos podrían estar en camino de desaparecer. Aclaro que no estoy diciendo que la industria de los videojuegos esté en peligro. Simplemente la manera como está llegando a los consumidores va a cambiar.

A Microsoft le costó mucho trabajo arreglar los problemas del xBox One tras su lanzamiento. Pero finalmente lo logró. Una de las acciones que tomó es hacer que su consola corra Windows 10, tal y como lo hacen los PCs y los Surface. Ahora Microsoft podrá exigir a los creadores de juegos que desarrollen aplicaciones universales. De esta manera, en un mundo centrado en los clientes, los jugadores se verán beneficiados pues podrán usar cualquier dispositivo que corra Windows 10 como consola.

El software se comerá las consolas

Es decir que Microsoft está cambiando su aproximación del hardware hacia el software. Las consolas de videojuegos serán una aplicación mas en los dispositivos, así como hoy el iPod, la cámara o el teléfono, son aplicaciones de su smartphone.

Los beneficios para Microsoft son muy importantes. El principal, es que podrán moverse a un ciclo de desarrollo de hardware mucho mas rápido sin que los usuarios se vean afectados en el uso de sus juegos. Piénselo, si quiere jugar una versión que solo corre en una consola antigua, lo único que tendrá que hacer es bajar la aplicación de esa consola a su tableta o PC. Al igual que Apple, Microsoft tiene como visión un ciclo de recambio de 2 años para sus dispositivos.

Que los usuarios estén dispuestos es otra discusión. En últimas el reemplazo del hardware no debería afectar a Microsoft, si los usuarios siguen actualizando su sistema operativo a la última version, o, mejor aún, se suscriben a un servicio que los mantenga actualizados.

¿Qué tan rápido puede suceder este cambio? Ahí está la noticia. ¡Todo parece indicar que estamos viendo la última generación de consolas! Al menos ese es el discurso que está manejando Aaron Greenberg, la cabeza de la división xBox de Microsoft.

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