El Internet y la Revolución Móvil han cambiado radicalmente la relación de poderes entre los ciudadanos del común y las entidades que generalmente lo ostentaban. La presencia de cámaras fotográficas y de video en manos de cualquier persona – vía los smartphones – permite documentar los abusos y atropellos a los que son víctimas las personas. Las herramientas de social media, por su parte, actúan como multiplicadores que llevan más lejos un video, un mensaje, una petición.
Hace un par de semanas utilicé por primera vez la “plataforma del mundo para el cambio” Change.Org cuando recibí una invitación de una amiga solicitando me uniera la campaña para pedir que la Corte Suprema revise el caso de Andrés Camargo, ex director del IDU, y quien fue condenado a 5 años de prisión a) por un delito que no cometió, b) cuya responsabilidad no le compete y c) dentro de un proceso en el que se “perdieron” pruebas importantes (lo invito a que lea la petición y se sume a las más de 17mil personas que ya hemos firmado).
Me sorprendió ver la cantidad de peticiones que hay, pero me sorprendió más ver la cantidad de gente que participa activamente uniéndose a campañas que en la mayoría de los casos sólo buscan generar visibilidad a problemas y situaciones que no son lo suficientemente importantes, trágicas o amarillistas para que sean cubiertas por los medios de comunicación tradicionales. Causas más humanas, más nobles que las que sí tienen cobertura en la prensa. Causas, que gracias a que la gente firma y comparte llegan a los oídos de quienes pueden tomar decisiones acerca de las mismas y reciben una solución.
Change.Org es una entidad sin ánimo de lucro compuesta por más de 200 empleados desplegados alrededor del planeta (tiene más de 20 oficinas a nivel mundial) que cuenta hoy por hoy con más de 80 millones de “firmantes”; personas, que como yo, han firmado al menos una petición apoyando a una de las miles de causas que se existen en la actualidad.
Precisamente la entidad anunció ayer que ha conseguido US 25Millones de fondeo adicional de un grupo importante de inversionistas entre los que se destacan Arianna Huffington del Huffington Post, el actor e inversionista ángel Ashton Kutcher, Evan Williams el cofundador de Twitter, Jerry Yang el cofundador de Yahoo!, Jeff Weiner el CEO de LinkedIn, Reid Hoffman el cofundador de LinkedIn y Richard Branson el fundador del Grupo Virgin, entre otros.
La idea es utilizar el dinero para expandir las operaciones de la entidad, pero sobretodo invertir en tecnología – especialmente móvil – que permita (1) crear peticiones en cualquier momento y desde cualquier lugar, y (2) en un sistema que le permita ver a los funcionarios públicos qué peticiones son las más importantes en su localidad, de tal manera que haya una forma más fácil de acercar a los ciudadanos y a los funcionarios en cada comunidad.
Usted y Yo tenemos la oportunidad de hacer cambiar el mundo. No con cosas gigantes, sino con pequeños pasos que demuestren que unidos – así sea con un click y un share – somos más. Con tan sólo esa acción es posible darle visibilidad a los problemas que lo aquejan a usted y a su comunidad y conseguir suficientes “firmantes” para que quien le esté causando ese problema no tenga más opción que atender su petición.
Únase. A la causa que le llame la atención. A la que le parezca justa. A la que le parezca importante. Pero únase. Sólo se necesita su firma y su share.
