Desde hace un tiempo para acá algunas iniciativas hacen pensar que el correo electrónico (email), tal como lo conocemos, va a morir y será reemplazado por algo más moderno e instantáneo! Por un momento vale la pena pensar si el email va por el mismo camino del telegrama, el fax, las cartas y hasta el teléfono fijo, que se han visto condenados a la extinción lentamente (pese a que algunos personajes clásicos se rehusen a parar de usar dichos medios). Como siempre es posible tener más de una posibilidad en el mundo de las comunicaciones, no será raro que el correo electrónico pueda sufrir una mutación que le permita evolucionar y garantizar la vigencia por varios año más.
La respuesta a dichas incógnitas aún no es muy clara y, por tanto, sería un poco irresponsable vaticinar abiertamente lo que va a pasar dentro de algunos años. Pero, en la actualidad, ya se vislumbra que el email se ha visto envuelto en toda una serie de situaciones, a nivel corporativo y personal, en donde tiende a reinventarse e integrarse a nuevos modelos de interacción como el de las redes sociales, en donde ya existe una casilla de correo (Inbox) que permite segmentar las comunicaciones a nivel de subpoblaciones, para que los mensajes tengan un matiz de privacidad. De tal forma que dichos correos pasan de muy elaborados, en donde se tenía claramente un encabezado, el cuerpo y el cierre, a ser simplemente mensajes informales, rápidos, sin tanto protocolo pero, sobre todo, muy concisos, para ajustarse a la situación actual en donde las alertas abundan y los usuarios buscan una inmediatez, que les permita solucionar los temas sobre la marcha y, como cortesía, cerrar con una guiño o “emoticon” (para ahorrarse el esfuerzo de escribir tanto sin dejar de comunicar lo mismo).
Así pues, de la misma forma en la cual se reducen los correos a mensajes puntuales, las aplicaciones de correo cada vez tienden a ser más ligeras y a obtener una ubicuidad que les permita a los usuarios consultar la información no sólo desde múltiples dispositivos sino también desde diferentes plataformas y con una integración cada vez más profunda, con funcionalidades más relevantes para ellos, hasta el punto de encontrar que en el imaginario colectivo de la gran mayoría, ya es un hecho que: el calendario, las tareas, las notas, los contactos y otros asuntos, vienen integrados al correo y son prácticamente una sola unidad indivisible, en donde se comparten datos. De este modo yo no tengo una sola manera de captar los mensajes ni de “compartirlos” (transmitirlos), pues los formatos multimedia han permitido que el texto empiece a compartir ese honroso lugar con las fotos, el audio y los videos.
Por último, es claro que el modelo de interacción cada vez ha ido evolucionando y seguirá haciéndolo mucho más para que en lugar de enviar el equivalente a cartas de un emisor a un receptor, se convierta en toda una serie de conversaciones que, en cualquier momento, pueden tener variaciones en el numero de integrantes, el tipo y hasta el medio por el cual se dan los mensajes, los cuales seguramente vendrán filtrados de manera automática y cada vez más inteligentes, para evitar el tradicional Spam y permitir al receptor revisar sólo lo que realmente le interesa para honrar la frase que predica “lo importante es la calidad y no la cantidad”!.
Para finalizar, les comparto una conversación (sólo audio) que tuve recientemente con @rcnlaradio acerca del tema y de algunas aplicaciones que, lentamente, nos están acercando a ese futuro tan añorado donde el email pueda llegar a trascender y dilatar su extinción.