No es un secreto que el gran poder de los wearables está en temas relacionados con la salud.
Sólo hay que mirar los features que han adicionado compañías como Apple, Garmin, Huawei o Samsung (los líderes del mercado de relojes inteligentes) a sus dispositivos (y al software sobre el que funcionan) en los últimos años para darse cuenta que es la medición de actividades de físicas -activas y pasivas- la que manda la parada en temas de desarrollo de estos productos.
Y aunque el mercado de relojes y bandas inteligentes es bien competido hoy entra un nuevo competidor, con una propuesta algo diferente.
Con ustedes Amazon Halo
Lo primero que hay que aclarar es que Amazon Halo es una mezcla de una banda inteligente, un app para celular y una suscripción mensual, de la cual los primeros 6 meses son complementarios pero a partir de los cuales hay que pagar.
La Banda (o pulsera, como quiera llamarla)
La banda, per se, tendrá un precio de 100 dólares, aunque en el proceso de lanzamiento se está ofreciendo -sólo por invitación en un programa de early-access – por 65 dólares.
No tiene pantalla, es resistente al agua (swimproof según Amazon) e incluye accelerómetro, un sensor de temperatura, un monitor cardíaco, un indicador LED, dos micrófonos y un botón con el cual puede prender y apagar los micrófonos. Y no, no tiene integración con Alexa (para eso están todos estos productos anunciados ya hace unos meses)
Amazon asegura que la batería del Halo Band debe durar “una semana”.
La Aplicación
Como la banda no tiene pantalla, si usted quiere saber cómo va en el cumplimiento de sus metas de ejercicio, por ejemplo, tendrá que abrir la aplicación en su teléfono. Eso incluye si usted quiere comenzar una rutina de ejercicio diferente a caminar o correr.
Lo interesante (por también medio creepy) de la aplicación son 2 funcionalidades que no hemos visto hasta ahora en ningún dispositivo en el mercado.
La primera utiliza la cámara de su smartphone para crear un modelo en 3D de su cuerpo, calcular su nivel de grasa corporal y analizar -en el tiempo- como este varía.
Y la segunda es la utilización de los micrófonos de la banda para escuchar a los usuarios permanentemente y monitorear su tono de voz con el fin analizar su “nivel emocional” a lo largo del día, entregando recomendaciones. Y aquí surgen miles de dudas de cómo el algoritmo de Amazon puede deducir si uno suena confundido o condescendiente y de qué tan útil puede llegar a ser en diferentes idiomas y con el uso de diferentes regionalismos o tonos de voz.
El Servicio
El servicio, que Amazon dice se requiere para acceder a las “opciones avanzadas” tendrá un costo de 4 dólares mensuales y no hará parte de los beneficios de Amazon Prime. A través del mismo el usuario no sólo puede ver las estadísticas de su comportamiento sino recibir recomendaciones de rutinas que pueden mejorar los mismos a través de algo llamado Halo Labs.
Privacidad y Uso de la Información
La propuesta integral de Halo suena interesante pero, por lo menos en mi caso, genera una cantidad de dudas y preocupaciones asociadas al manejo de la información que el sistema puede recoger y a cómo se puede complementar con la otra información que Amazon ya tiene de los usuarios basados en sus perfiles de compra, en las grabaciones de Alexa y en lo que ven y oyen sus cámaras y parlantes dentro de las casas de sus usuarios.
Por ejemplo, ¿qué impedirá a Amazon usar el modelo 3D que toma Halo para recomendar productos de adelgazamiento a los usuarios que tengan exceso de grasa? O ¿puede llegar a afectar el valor de la prima de un seguro de vida el nivel emocional que el algoritmo deduce del tono de voz de los usuarios, por ejemplo si cree que está deprimido?
Es algo que tenemos que empezar a mirar con detalle, a cuidar y a evaluar porque en la era de la economía de la vigilancia cada dato que damos puede ser usado en nuestra contra. Y más cuando la compañía tiene intenciones de ofrecer seguros y servicios de salud para el público en general.