Las impresoras. Quizás no los dispositivos de los que más se habla en mundo de la tecnología y, sin embargo, a pesar de esta era digital, no podemos vivir sin ellas.
Si bien es cierto que ahora hay muchas iniciativas para llegar a un mundo sin papel hay momentos en los que imprimir se vuelve absolutamente necesario. Quizás sea para registrar algo en el archivo de la empresa, entregar una factura o constancia legal o quizás y más interesante aún, convertir en un objeto tangible un recuerdo, una buena foto o una pieza creativa. El punto, es que en todos estos escenarios se necesita que una máquina pueda adaptarse a texto plano en papel Bond convencional o a una alta gama de colores y sombras en un papel fotográfico de alta calidad, manteniendo altos niveles de desempeño y más aún una buena relación de precio – desempeño.
No hasta hace mucho uno se moría del pánico cuando alguien le pedía imprimir una foto, el dolor era inmenso, se sentía como drenaban esos cartuchos carísimos y se imaginaba en la gris ciudad caminando buscando donde “recargarlos” (todos lo hicimos, admítanlo!). Además, lo más posible era, que el color de inicio de la foto no fueran el mismo del final. Tampoco era lo mejor del mundo ver como, después de ir a un sitio en dónde “le garantizamos el trabajo”, la tinta se regaba de los cartuchos y la impoluta impresora blanca quedaba convertida en una obra impresionista (y eso si aún seguía funcionando).
Fue precisamente en lugares como “Unilago” (Bogotá / Colombia) en donde comenzaron a aparecer alternativas. Los “makers” que trabajaban ahí, se dieron cuenta que, en vez de rellenar los cartuchos, cada vez más protegidos por las marcas, era posible usarlos como meros inyectores dejando tanques externos de tinta por fuera de las impresoras. Ahora bien, no era lo más bonito del mundo pero muchas empresas tomaron atenta nota y, se dieron cuenta que los beneficios eran bastantes, lo que obligó a las marcas a crear sus propuestas.
No obstante, a pesar de ser un paso adelante, muchos de los resultados que salieron al mercado eran por decirlo menos, complejos, el proceso de llenado no estaba libre de errores, el mantenimiento era cosa seria y, ni se lo ocurra mover la impresora, pues los riesgos de daños eran altísimos.
Es por eso, que me llamó la atención lo que pude conocer estos días de la mano de HP en su línea de impresión para el hogar. Lanzaron hace poco dos nuevas impresoras, la Hp Ink Tank 315 y la Hp Ink Tank Wireless 415. A primera vista, se trata de impresoras con tanques externos como otras tantas que hay en el mercado pero, hay mucho más de lo que ve el ojo.
Para comenzar, hablemos de lo que tienen en común! En ambos casos la promesa de valor es la misma: la mayor cantidad de hojas o fotografías impresas, con la mayor calidad y la mayor facilidad de uso posible. Y, es que eso es algo que me gustó bastante, todo en las Ink Tank está pensado para que el usuario no se complique la vida para nada.
Las tintas vienen en su empaque sellado, uno abre y quita el sello de seguridad, conecta con el tanque y, como “por arte de magia”, el contenido fluye sin derramar una gota dejando todo listo para imprimir.
¿Qué tanto rinden las tintas de HP?
Pues en una sola palabra, bastante. Si hablamos de hojas normales de un texto, la marca asegura que se pueden imprimir 250 páginas al mes durante dos años, tremenda cifra! En cuanto a fotos los datos no son concluyentes pero, se sabe que superan fácilmente las 1.500.
Para asegurar calidad constante y facilidad de uso, todo en las “Ink Tank” viene sellado al vacío, el aire es el enemigo, por lo que desde los recipientes en los que se almacena la tinta, hasta los inyectores, pasando por los conductos de transferencia, todo está pensado para que el sistema se mantenga aislado. Esto tiene otra ventaja y es que es fácil de mover, simplemente se desconecta y ya, nada de riegues accidentales.
Ahora, en cuanto al modelo 415 esta agrega funcionalidad Wireless, permitiendo que desde cualquier dispositivo y como un smartphone la lnk Tank se transforme en más que un dispositivo de hogar y oficina para convertirse en un una herramienta creativa. A través del App “Hp Smart” es posible escanear (ahhh olvidaba mencionar que el escáner funciona con una poderosa y rápida luz LED), imprimir documentos o fotos e, incluso, conectarse a redes sociales para poder descargar contenido. Se trata de una plataforma muy completa en la que se combinan funcionalidad y creatividad para tangibillizar memorias, momentos y propuestas llenas de imaginación.
Una última cosa, como dije antes, ambas impresoras integran tecnología LED en sus escáner. ¿Qué ventajas trae esto?
La primera que ya no hay que esperar a que caliente para poder arrancar y, mejor aún, la luz está tan bien enfocada que no hay necesidad incluso de cerrar la tapa, lo que permite resultados de lo más de interesantes y creativos cuando se trabaja con objetos 3D o con resmas de papel.
La pregunta final: ¿Qué tal imprime?.
Aquí están os resultados para que cada cual saque “sus propias impresiones” (jaja).
Hablemos de impresoras en Twitter.
Andrés Felipe Sánchez
@innovandres