Al parecer la gente no entiende muy bien cómo funcionan los rastreadores bluetooth que se han popularizado en los últimos años y confunde las funcionalidades que ofrecen dispositivos como los AirTags de Apple o los Smart Tags de Samsung con aquellas de elementos como rastreadores con GPS dedicado y que, claramente, o cuestan MUCHISIMO más o requieren de suscripciones mensuales.
Y aunque es posible que para ciertos casos de uso esos dispositivos super profesionales la inversión haga sentido, la mayor parte de los usuarios encontrarán que soluciones como las de Apple, Samsung, Chippolo, Tile, Jiobit o lo más de 15 fabricantes que producen y venden rastreadores bluetooth son más que suficientes.
Sin embargo, y teniendo en cuenta que 2 de los más populares son los de Apple y Samsung, en este artículo haremos una breve -pero completa- comparación de sus características y funcionalidades esperando aclarar las dudas y la desinformación que abunda en las redes sociales.
Miremos las Specs
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Similitudes y Diferencias
En tamaño son relativamente similares aunque los AirTags son redondos y los Smart Tags tienen un diseño cuadrado semi-curvo. La diferencia fundamental, y que debe ser tenida en cuenta cuando se mira el precio, es que los Smart Tags tienen un diseño que les permite adjuntarle una argolla, cuerda o cable directamente con los cuales se pueden amarrar a lo que uno quiera (un llavero, unos tokens de banco, un collar de un perro, etc) mientras que en el caso de los AirTags para dichos casos se requiere de un llavero o etiqueta que se vende por separado por lo que el precio cambia dependiendo de su caso de uso (si los quiere meter en una cartera, maleta o morral o si los quiere meter en el carro no necesitará adminículo alguno).
Su rango de acción es prácticamente el mismo: alrededor de 100 metros. Estos dependen en realidad de cuántos obstáculos físicos hay entre el radio Bluetooth LE que tienen y el teléfono o dispositivo con el que esté intentando ubicar el tag.
En el caso del AirTag y de la versión Plus de Smart Tag, los dispositivos incluyen, además, un chip de banda ultraancha que permite lo que ambos fabricantes llaman Precisión Finding: encontrar el tag de una manera más sencilla con instrucciones de dirección, distancia y hasta animaciones en Realidad Aumentada (en el caso del Smart Tag+) que guía a los usuarios hasta donde se encuentra, utilizando las apps de Find My o Smart Things Find, según sea el caso.
Si hablamos de compatibilidad ambos tienen la misma ventaja/handicap: son compatibles sólo con dispositivos de la marca y con sus aplicaciones: Find My en el caso de Apple y Smart Things Find en el caso de Samsung.
Pueda ser que muchos lo vean como una limitante (y es la razón por la que tags como los de Tile se siguen vendiendo) pero, a la vez, esa compatibilidad es una de sus ventajas pues cuando el tag está lejos del dueño puede ser ubicado pidiéndole ayuda a los demás dispositivos de la marca que pasen cerca del mismo los cuales, de manera anónima, pueden reportar su ubicación. Y sabiendo que existen números similares de dispositivos móviles Apple y Samsung en la calle el alcance de esta funcionalidad de “rango extendido” será similar, claro dependiendo de en qué mercado se encuentre usted.
Ahora bien, si hablamos de privacidad hay que mirarlo desde dos ópticas diferentes:
La primera la del usuario del dispositivo. En ambos casos la información del usuario está encriptada y no puede ser accedida sino por el dueño del tag. Si alguien encuentra su Tag puede saber el número del serial y la información de contacto que el dueño haya querido compartir, pero nada más.
Y la segunda, y tal vez más importante por los recientes “escándalos” es la privacidad de otros a quienes hayan querido seguir o rastrear utilizando uno de estos rastreadores. En el caso de los Smart Tags no existe ningún mecanismo de alerta para personas diferentes a sus dueños. Si alguien ha puesto un Smart Tag en su carro, en su cartera, en su morral, usted no tiene cómo saberlo.
En el caso de los AirTags Apple ha incorporado 3 medidas diferentes para combatir este tipo de prácticas, prácticas que ya han llevado a la cárcel al menos a 1 persona y que tiene a varios otros a punto de pasar algún tiempo tras las rejas:
1 – Cualquier usuario con un iPhone, iPad o iPod Touch con iOS 14.5 cuyo dispositivo vea que un AirTag que no está cerca de su dueño ha estado siguiéndolo recibe una alerta que le indica del hecho, le muestra las ubicaciones donde lo ha encontrado, le permite ubicarlo (haciéndolo sonar), le muestra las instrucciones de cómo desactivarlo (quitándole la batería) y le permite identificar el número de serie, con el que puede pedir por medio de un juez la identificación de su dueño.
2 – Cualquier usuario con un dispositivo Android puede descargar el app Detector de Rastreadores de manera gratuita en el Play Store diseñado para ofrecer a los usuarios de dispositivos no Apple las mismas oportunidades de encontrar si están siendo rastreados con un AirTag.
3 – Cualquier AirTag que se separa de su dueño (o mejor de uno de los dispositivos iOS de su dueño) por períodos largos comienza a pitar para ser ubicado.
Esperamos que Samsung incorpore, prontamente, algún tipo de funcionalidad similar en sus Smart Tags.
Funcionalidades Extra: Los Smart Tag tiene un botón programable que puede ser utilizado para activar varios dispositivos IoT como termostatos, aires acondicionados, aspiradoras, lavadoras, además de luces inteligentes, entre otros. Los AirTags no hacen nada más. Sólo sirven para encontrar cosas.
¿Cuál Escoger?
Fácil. Si su ecosistema es Samsung, cómprese unos Smart Tags (o mejor unos Smart Tags+ si tiene un S21 o S22). Si su ecosistema es Apple, váyase por los AirTags. Y si tiene una mezcla de cosas, la mejor opción será irse por unos Tile que son multiplataforma pero que requiere de dispositivos con el app instalado para poder ofrecer el mismo nivel de “ubicabilidad” que ofrecen los dos anteriores.
