Solo pasaron unas horas entre que IBM anunció que no había logrado las utilidades esperadas por Wall Street y un anuncio de Oracle, diciendo que ya se había convertido en el segundo mayor proveedor de software empresarial del mundo. El primero todos sospechamos, aunque no se mencionó en el anuncio, es Microsoft.
“Given IBM’s recently announced quarterly results, we would like to take this opportunity to point out that Oracle’s software business has been growing faster than IBM’s software business and now Oracle has moved up to become the number 2 software company in the world while IBM has slipped to number 3. Over IBM’s last four quarters, they reported software revenue totaling $25.7 Billion, while during Oracle’s last 4 quarters, we reported software revenue totaling $27.8 Billion.”
El anuncio de Oracle no comunica la realidad de la situación. Oracle no sobrepasa a IBM por el crecimiento de sus ventas, sino mas bien por la caída de las ventas de IBM. Sabemos que Microsoft tampoco está creciendo a pasos agigantados, y otras empresas tradicionales del sector están viviendo una situación similar. No obstante, contrario a lo que sucede en el sector de los PCs no se trata de una crisis generalizada del sector. Realmente estamos viendo en vivo y en directo como funciona la disrupción de un modelo de negocio.
Hace algún tiempo escribimos como la posta de la tecnología de punta había pasado de la tecnología empresarial a la tecnología de consumo. Hoy la sensación es que los consumidores tenemos acceso a tecnología mas moderna de la que tienen acceso las empresas. La razón puede estar sustentada en temas de seguridad. Las grandes empresas no pueden adoptar tecnología a la velocidad que la adoptan los consumidores, pues temen que su información quede expuesta. Los departamentos técnicos, encargados de la seguridad de los datos deben probar las aplicaciones, para conocerlas y soportarlas y verificar su seguridad antes de que las aplicaciones sean puestas en funcionamiento. Esta demora es una causa de extrema frustración para las áreas funcionales, pues pone en peligro en muchos casos su ventaja competitiva.
Hay un segundo problema. Los modelos tradicionales de negocio en software empresarial están sustentados sobre la base de que las empresas compran mas licencias de las que necesitan y luego crecen sus usuarios orgánicamente, para completar el uso de esas licencias. Sin embargo cuando se acercan al limite de licenciamiento, deben comprar nuevamente todo, pues ha aparecido una nueva versión. Adicionalmente, una vez amarrada la empresa con las licencias, aparece un costo adicional de mantenimiento que suena mas a extorsión, pues sirve para que el cliente reciba las actualizaciones cuando se encuentran vulnerabilidades o errores en el código de las aplicaciones.
Una nueva generación de aplicaciones empresariales, liderada por Salesforce, está cambiando completamente estos paradigmas. Como primera medida funcionan desde la nube, de manera que los clientes en realidad compran un servicio en el que está incluido el licenciamiento y el soporte. De esta manera los clientes solo compran lo que necesitan y no pagan por licencias y mantenimiento que no usan. Como ventaja adicional, se aseguran que siempre están usando las últimas versiones del software, versiones que son mas seguras y estables. Mas importante que el funcionamiento desde la nube, es que la configuración de las mismas es lo suficientemente simples, tanto como lo es para las aplicaciones para el segmento de consumo, que pueden ser administradas directamente por los usuarios, sin la necesidad del conocimiento de los expertos técnicos de IT. Esto acelera el proceso de adopción de manera vertiginosa.
Para los departamentos de IT esto significa un cambio total en su manera de actuar. Se estima que en un par de años, una de cada cuatro empresas tendrá su propio mercado de aplicaciones internas, proveídas desde la nube. El reto para IT, y para los consultores de tecnología empresarial será crear las conexiones para que las aplicaciones se hablen entre sí. Aunque complejo, no es un trabajo imposible, menos en lo que se conoce como la economía de las API, donde en esencia todo se habla con todo, gracias a sistemas de interconexión diseñados de manera nativa para las aplicaciones. Ningún espacio empresarial estará libre de la disrupción, Workday está ganado terreno en el mundo de los ERP, Tidemark revoluciona el business intelligence, en fin, no hay iun solo espacio donde esta nueva tendencia no esté presente hoy.