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5 ejemplos de problemas tecnológicos que no tienen nada que ver con tecnología

Los intereses económicos y políticos se le atraviesan a la experiencia de usuario

“Esto no se lo han terminado de inventar.” Esa es la sensación que nos queda cuando sin una razón o motivo lógico, la tecnología no funciona como lo esperamos. La realidad, no obstante, es un poco diferente. Mi opinión es que la tecnología generalmente funciona bien, pero los intereses empresariales y políticos se atraviesan. La experiencia de usuario muchas veces se ve degradada por intereses y regulaciones que no permiten hacer lo que normalmente debería ser facilísimo.

Caso 1

Viajó a otro país y planea usar su smartphone. Apenas aterriza en su destino recibe un mensaje de texto avisándole que los costos de hacer o recibir llamadas, o de navegar por internet serán absurdos. No hay alternativas, a menos de que quiera dejar empeñada su casa para pagar la cuenta del celular. Así que de inmediato apaga su smartphone y pierde toda la conveniencia que le ofrece su dispositivo.

Solo hay una solución posible. Tener un teléfono con bandas abiertas y comprar planes de datos en prepago en su lugar de destino. Las empresas de telecomunicaciones se cobran cargos entre si, para permitir el acceso a sus redes. Los cargos por roaming no van a desaparecer pronto, aunque algunas empresas los estén intentando eliminar.

Caso 2

Necesita enviar dinero a un amigo o familiar que vive en otro país. De inmediato viene a su mente la idea de mandar los recursos vía PayPal. A la hora de hacer el traslado descubre que desde una cuenta PayPal de su país no es posible hacer ciertas transacciones, el saldo que cargó en su cuenta está bloqueado para el uso que le quería dar.

Olvídese de este caso de uso. Las regulaciones financieras de casi todos los países imponen controles estrictos sobre los movimientos financieros. PayPal no está dispuesto a asumir el costo operativo de vigilar disposiciones de lavado de activos y otros. La única opción es ir a su banco y hacer un giro, con el costo absurdo que le cobrarán.

Caso 3

Netflix es un sistema de televisión que funciona por internet. Obviamente quiere usarlo desde su país para ver la serie que está de moda en los Estados Unidos. Pero no puede encontrar la serie en Netflix. Los productores y dueños de los contenidos imponen restricciones a los distribuidores (como Netflix) para llevar los contenidos a cualquier país. Sucede también con eventos deportivos y culturales.

Es un problema de negociación de derechos de transmisión, mediante el cual los dueños de contenidos maximizan la rentabilidad de sus producciones. Tiene dos opciones, o espera a que un medio de distribución local compre los derechos, y consume el contenido bajo sus condiciones, o asume el riesgo de consumir contenidos piratas. Es su decisión.

Caso 4

Es un seguidor acérrimo del futbol internacional. Sabe que los mejores contenidos de fútbol, producidos por sus expertos favoritos están publicados en el website global de futbol de ESPN.. Pero cuando usted intenta acceder a ellos, su browser automáticamente lo redirecciona a la versión latinoamerica y mediocre del mismo servicio. Por mas que intenta no logra leer lo que escriben sus comentaristas preferidos.

ESPN hizo una inversión en un equipo periodístico local para su región, y mientras Ud.. esté en esa región lo redirigirán a los contenidos producidos por ese equipo. Hace parte de su modelo de negocio y ellos son los dueños del contenido. No hay solución posible, pero a veces es posible circumnavegar las restricciones siguiendo a los escritores en twitter y siguiendo los artículos desde un enlace nativo y particular que los escritores publican allí.

Caso 5

El gadget mas esperado del mercado salió hace poco mas de un mes al mercado. No puede esperar a comprarlo, y pone su tarjeta de crédito en el sitio online del fabricante. Descubre con horror que no aceptan direcciones de envío en su país. Para hacer aún mas dolorosa su espera, las direcciones de freight forwarders también están bloqueadas.

Nada que hacer. Sus únicas opciones disponibles son esperar a que el fabricante decida liberar el dispositivo en su país, o encontrar un amigo que lo compre por usted y luego buscar la manera de traerlo.

La lista podría continuar indefinidamente. En una reciente conversación que tuvimos con Steve Wozniak, él decía que lo peor que le puede pasar a la tecnología es que se metan a opinar los políticos. Tiene toda la razón. La mayoría de los políticos son analfabetas digitales. Cuando opinan terminan dañando la experiencia de los demás.

  1. Pero algunos de los casos son fácilmente subsanables, como el 4 y el 3; se hace cambiando la IP y montando una VPN para ver contenido de otro país y sin caer en lo ilegal.

    En el caso 5, hay varias empresas que ofrecen el servicio de compras en el exterior y simplemente se paga por un casillero. Ahora, entiendo que los costos se elevan, pero ese problema es realmente por que no falta el impaciente que quiere chicanear el nuevo gadget, cuando dados los costos de importación sale casi a lo mismo.

    De hecho, frente al ultimo caso, al menos acá se puede pensar en eso. Leí un blog que mencionaba sobre el famoso “Costo Brasil” donde técnicamente el ultimo caso es mejor no considerarlo

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