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Prohibir el uso de ChatPGT en clase no es la solución

Prohibir el uso de ChatGPT en el salón de clase es ilógico. Lo lógico es enseñar a utilizarlo, aprovecharlo y utilizarlo para mejor el proceso creativo, de investigación y de escritura.

Alarmados está los profesores y directores de colegios y universidades en todo el mundo por el uso de ChatGPT por parte de sus estudiantes. Es entendible y no es para menos: el temor de que abogados, médicos o ingenieros se gradúen sin estar preparados no es poca cosa. La preocupación de que nuestros niños se gradúen de bachilleres sin el conocimiento mínimo necesario es lógica.

 

En centros educativos -colegios y universidades- de varios países han prohibido el uso del bot conversacional, mientras que en otros se han creado equipos de trabajo para tratar de identificar cuándo este ha sido utilizado por los estudiantes para realizar sus tareas. Incluso, se ha hablado con su desarrollador –OpenAI– para que incluya una especie de “marca de agua” en su contenido de tal manera que sea fácil identificar si este fue creado por la herramienta.

 

Pero creo que es un error -craso- prohibir su utilización, tal y como hablé con Diego Arias de Telemundo este semana:

 

 

Déjeme le doy 3 razones por la que creo prohibir ChatGPT es un error. Y no sólo ChatGPT sino cualquier herramienta de Inteligencia de Artificial como Midjourney, Dalle-E, CoPilot o tantas otras que están surgiendo y que veremos surgir en los próximos meses.

 

1 – No es la primera vez que tenemos una discusión de este tipo

Hoy es la Inteligencia Artificial.

Hace 35 años fue el computador (y excel y CAD).

Y hace 60 fue la calculadora.

 

Recuerdo que tuve un profesor en el colegio que quería que siguiéramos entregando nuestros trabajos “a máquina (de escribir)” pero no a computador. Recuerdo también que algunos amigos arquitectos, que vivieron la llegada del computador al país tenían profesores que se negaban a usar aplicaciones de tipo CAD y en su pensamiento “purista” debían evitar esas distracciones y seguir diseñando exclusivamente a mano. ¿Dónde estarán esos arquitectos? ¿Qué tan exitosos o empleables son hoy en día?

 

Hace unos años tuvimos, en el colegio de mis hijos, una discusión con algunos profesores y padres que se oponían a incorporar iPads y aplicaciones educativas en el proceso educativo. Hablaban de los riesgos, de las distracciones pero en realidad el problema se reducía al desconocimiento que tanto unos como otros tenían de la herramienta y a cómo con su uso sentían que perdían su “autoridad”.

 

2 – Porque la Inteligencia Artificial cambiará (de nuevo) la forma en que trabajamos

Desde hace más de 5 años he oido una y otra vez la frase “la Inteligencia Artificial reemplazará tu trabajo”. Y aunque creo que eventualmente esto será cierto para buen número de labores actuales, la verdad es que lo primero que pasará es que alguien, apoyado en la Inteligencia Artificial, reemplazará a los trabajadores que no aprendan a usar la herramienta, bien sea un artista, un programador, un abogado, un médico o un ingeniero.

 

Así como pasó con los arquitectos que no aprendieron de CAD, así como pasó con los contadores que no aprendieron a usar Excel, así como los tenderos que no incorporaron una página web o un canal de atención vía WhatsApp.  Y no sólo personas, sino empresas e industrias completas, como le pasó a Kodak o Blockbuster.

 

La tecnología, en este caso la Inteligencia Artificial, es una herramienta. Una herramienta que está a disposición de quien la quiera usar y, al igual que con la demás herramientas que han permeado el trabajo, una herramienta que se popularizará en los próximos (ya Microsoft ha dicho que incorporará la tecnología de ChatGPT en Bing, en Azure y en sus aplicaciones de Office). ¿Cómo controlarán los profesores o jefes que la gente no use la herramienta cuando esta está embebida en el software que le entregan a sus empleados para que estudien o trabajen?

 

3 – Los colegios no están preparando la gente para el futuro

En una reciente encuesta realizada a 15,000 jóvenes de entre 18 y 26 años en 15 países diferentes, 81% de los encuestados reveló que el colegio no los preparó con las habilidades que necesitan para sobrevivir en un mundo cada vez más digital.

 

¿Cuál es el rol de la educación? ¿Entrenarlos para para pasar un examen? ¿O prepararlos y capacitarlos para que puedan ser exitosos en el mundo que les espera?

 

Un mejor approach

En vez de prohibir el uso de ChatGPT los profesores deberían incorporarlo en sus materias. Sus resultados dependen del input que uno haga (mi hermano es un crack usando Midjourney, yo? No tanto). Enseñémosles a usarla con responsabilidad, con disciplina, entendiendo que la tecnología no es la solución sino una herramienta para obtener mejores resultados, dando los créditos donde haya que darlos (porque de lo contrario sería plagio).

 

Así como hoy en los exámenes de Matemáticas o Cálculo lo que importa no es la solución sino el proceso, así como hoy le enseñamos a los diseñadores, arquitectos e ingenieros estructurales a usar la aplicaciones que hay disponibles para que hagan mejor su trabajo, así como hoy usamos el internet como herramienta para enseñar, debemos incorporar ChatGPT (y las demás herramientas de este tipo que surjan de su éxito) al proceso educativo para hacerlo más dinámico, para enriquecerlo y para darles las herramientas para que se monten en una revolución que viene y que no podemos frenar.

 

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