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No todas las gafas inteligentes harán los mismo

No todas las smartglasses hacen los mismo

Primero fue el smartphone, luego el smartwatch y, ahora, todo parece indicar que el turno es para las smartglasses. La llegada de gafas inteligentes al mercado es un hecho y en los próximos 3-5 años veremos una avalancha de dispositivos que aunque se publiciten bajo el mismo concepto son, en realidad, dispositivos muy diferentes.

 

Déjeme le pongo 2 ejemplos, diametralmente distintos, de anuncios de “gafas inteligentes” hechos con menos de una semana de diferencia para que vea a lo que me refiero:

 

1 – Rayban Stories (las gafas inteligentes de Facebook)

 

Facebook y Rayban presentaron la semana pasada su primera colaboración: las Rayban Stories. Una gafas “inteligentes” de las que Mark Zuckerberg venía haciendo campaña de expectativa hace un buen tiempo.

 

El anuncio resultó ser un flop total, un “miren! otra vez nos copiamos de Snapchat” que dejó a más de uno pensando “WTF, ¿en serio?” y, a otros, preocupados porque se repita el efecto glasshole de hace uno años con los Google Glass pero a mayor escala.

Las Rayban Stories tienen un par de cámaras para tomar fotos y videos, un parlante en cada una de las patas para poder oír música o podcasts y un micrófono por si decide tomar una llamada desde el dispositivo o por si quiere decirles que tomen una foto o video sin necesidad de usar sus manos.

 

Las Rayban Stories no tienen nada de novedoso. La posibilidad de tomar fotos y grabar videos en “primera persona” fue introducida por Snap, la compañía dueña de Snapchat, en el 2016 con el lanzamiento de sus Spectacles (aquí está nuestra Primera Vista de ese dispositivo). No me mal entienda, es lo máximo! En nuestra familia tenemos centenares de videos fantásticos de conciertos, de montadas en buggy, de rappel, jugando basket y demás y son un hit. Pero es tecnología de hace 5 años, nada groundbreaking.

 

Lo de los parlantes y el micrófono lo tienen los Bose Frame y los Echo Frames de Amazon. Incluso, estos últimos incluyen Alexa así que usted puede llevar su asistente inteligente a donde quiera. Sin probarlos es difícil decir si el sonido es wow o si hay en algo en ellos que justifique los USD 300 que valen.

 

Son un dispositivo de tipo “input”. Es decir, sirven para tomar información del mundo real y subirla a internet. En este caso a Facebook o Instagram. That’s it. Punto.

 

2 – Xiaomi Smart Glasses

 

Ayer, por su parte (y seguramente tratando de anticiparse a que Apple pudiera anunciar algo relacionado con los  Glass), Xiaomi mostró este concepto de gafas inteligentes que, además de poder tomar fotos y grabar videos, puede proyectar información sobre el campo de visión del usuario y puede realizar actividades mucho más valiosas para este como indicarle la ruta a seguir o traducir en tiempo real textos de avisos, menús, etc.

 

No es sólo un mecanismo tipo input sino que construye sobre el concepto de realidad aumentada para mostrar una capa de contenido digital sobre el mundo real sin que el usuario tenga que bajar la mirada u obstruirla, como hacemos hoy, con un teléfono inteligente.

 

La compañía ha escogido un sistema de pantallas MicroLED del tamaño de un grano de arroz (2,4 x 2,02 mm) con pixeles de 4μm monocromáticos debido a su “mayor densidad de píxeles y mayor vida útil mientras tiene una estructura más simple” la cual permite una pantalla más compacta, así como una integración más fácil de la misma con el resto de componentes del dispositivo. Las gafas tendrán un brillo máximo de 2 millones de nits para asegurarse que el contenido sea visible incluso en condiciones de máxima luminosidad.

 

Y, a diferencia de otros modelos ya existentes (pero primitivos) de este tipo de gafas, las smart glasees de Xiaomi no requieren una conexión permanente al teléfono para su funcionamiento.

 

Nota importante: A diferencia de las Rayban Stories que ya se pueden comprar, Xiaomi aún no está lanzando este producto al mercado. Es más no ha dado ni fecha ni precio aproximado. Y ese es precisamente el punto de mi artículo. Cuando le hablen de gafas inteligentes es importante que entienda qué quiere decir cada fabricante con el término, si lo que le están mostrando es un producto o sólo un concepto y  si es un accesorio para su smartphone o un dispositivo stand-alone.

 

Las preocupaciones de privacidad

Para nadie es un secreto que vivimos en un modelo de vigilancia permanente. No sólo de parte de parte de los gobiernos que, con la excusa de la pandemia dispararon sus inversiones en cámaras, mecanismos de rastreo y hasta malware para espiar a sus ciudadanos) sino de lo que he llamado el “Pequeño Hermano”, un concepto derivado de cómo hemos sido nosotros mismos empujados por las redes sociales los que nos hemos encargado de acabar con la privacidad de todos quienes nos rodean gracias a la proliferación de cámaras, micrófonos y dispositivos conectados siempre a internet (lo invito a que se lea este artículo si quiere entenderlo).

 

Y aunque parece que ya nos acostumbramos a ello, una cosa es ver una persona que saca una cámara o un teléfono y lo apunta hacia nosotros y otra, muy diferente, es no saber si la persona que viene hacia nosotros con unas gafas que tienen cámaras está grabándonos o si el dispositivo está utilizando la cámara y un algoritmo de reconocimiento facial para identificarnos (como ya hacen algunas gafas).

 

No en vano las Google Glasses murieron (aunque aún viven) de la mano del movimiento anti-glasshole.

 

 

 

 

 

 

 

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