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¿Y si la pandemia nos lleva al escenario del Gran Hermano pronosticada por Orwell?

el uso de los celulares para rastrear a la gente en medio de la pandemia crea una puerta peligrosa para la pérdida total de la privacidad

Me imagino que ha visto las noticias de cómo en varios países las autoridades están utilizando la información de los GPS de los celulares de la gente para hacer un control “inteligente” de las órdenes de aislamiento y distanciamiento social que se han ordenado derivadas de las pandemia del Coronavirus.

  • En Singapur, por ejemplo, los ciudadanos reciben todos los días -a una hora aleatoria-  un mensaje de texto a su celular al que deben responder enviando su ubicación.
  • En Alemania, Italia y Austria los operadores móviles están enviando la información de movimiento de los celulares de la gente al gobierno.
  • En Israel se ha autorizado el uso de la ubicación de los celulares de los ciudadanos para seguir el virus “de manera temporal”.
  • Y en algunos Estados de Estados Unidos se le ha instalado una aplicación en los celulares de los infectados para hacerles seguimiento (en Kentucky han ido más allá y están poniéndoles brazaletes eléctronicos -los de los presos- a los enfermos).

La información recogida es realmente útil. No sólo para controlar a la gente sino para entender cómo (y por qué se propaga el virus en ciertas zonas) y el impacto de la falta de medidas en ciertos Estados. Aquí hay un buen ejemplo:

¿Ya vieron los Reportes Comunitarios de Movilidad que Google ha comenzado a publicar? (puede verlos aquí). Son bien interesantes y para países como los latinoamericanos, pueden ser de gran ayuda en la revisión del cumplimiento de las restricciones impuestas. 

Este es el de Colombia:

De él se puede deducir que gran parte de la gente está cumpliendo con la orden de aislamiento ordenada por el Gobierno Nacional, con un especial impacto en la cantidad de gente que frecuenta estaciones de transporte, supermercados, parques y sitios de recreación (el informe muestra el promedio de celulares que había en ese sitio hace 30 días con el actual y lo hace comparando desde comienzo de Febrero hasta finales de Marzo).

¿Útil? Seguro! Tengo varios amigos que han celebrado el uso de esta tecnología y han planteado como estas, en conjunto con mediciones masivas, puede ayudarnos a aplanar (y mantener aplanada) la curva de infecciones. Y estoy seguro que cuando se habla de “aislamiento inteligente” se deben estar incorporando algunas de estas tecnologías.

Pero…..

Aunque es claro su potencial déjeme ser quien levante la mano para mostrar lo peligrosa que puede ser y los riesgos que corremos de que se implemente y se use de manera más permanente (al fin y al cabo no hay nada más permanente que lo temporal. Si no me cree mire el impuesto del 4 x mil en Colombia o el alcance del programa bajo el cual el Gobierno de Estados Unidos espía a todo el mundo en el planeta luego del ataque del 11 de Septiembre y del cual Edward Snowden nos alertó hace ya algunos años).

Ninguno de los usuarios cuyos celulares son rastreados en las imágenes de arriba son “voluntarios”. Ninguno ha aceptado participar en ningún estudio. Y la gran mayoría no sabe que ha sido rastreado porque la gran mayoría de los usuarios no entiende la tecnología que utiliza.

Este es el resultado de haber escogido conveniencia sobre privacidad. De haber regalado nuestra información a Android, a Google y a Facebook. Es el resultado de que no existe control alguno sobre la información que los operadores móviles recogen de los usuarios (y de lo que pueden hacer con ella).

Tal vez lo que me preocupa es no saber si los beneficios que ofrecen este tipo de tecnologías son suficientes para contrarrestar la pérdida de la libertad y de la privacidad de la gente que se deriva de las mismas. Lo que me hace dudar es no saber qué tanto aprovecharán los gobiernos esta coyuntura para seguir creando un escenario de tipo Gran Hermano como el que ya vemos en China (y que funcionan excepcionalmente bien) y del cual George Orwell habló en su fabuloso libro “1984”. Lo que no me deja celebrar es no saber el impacto, de largo plazo, que esto tendrá en la vida de mis hijos.

¿Ustedes qué opinan? Me encantaría oir su opinión.

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