Clearview AI es una de esas compañías que nos debería miedo, pero que pocos conocen. En sus propias palabras es la red “facial” más grande del planeta y para final de este año espera tener 100 mil millones de imágenes de caras, con lo cual podrá identificar prácticamente a cualquier persona del planeta en cuestión de segundos.
La compañía, que cuenta dentro de sus primeros inversionistas a Peter Thiel, a quien nombramos como el Gran Villano del 2020, “recoge” mensualmente cerca de 1,500 millones de imágenes de redes sociales, sin que los usuarios (a) hayan aceptado el uso de sus fotografías por parte de la compañía y (b) sin que 99.99% sepa, si quiera, que esto está sucediendo.
A la fecha, la compañía ofrece sus servicios a más de 3000 departamentos de policía y entidades de seguridad en Estados Unidos pero tiene intenciones de expandir sus operaciones internacionalmente, para lo cual ha estado buscando $50 millones de dólares.
Ese dinero no sólo servirá para la ampliación de operaciones (comerciales, porque ya recogen información a nivel mundial) a otras latitudes sino para fondear el desarrollo otros productos y el pago de lobbying hacia reguladores estatales en busca de una “regulación más favorable”.
Dentro de los servicios que está desarrollando se encuentra un sistema de reconocimiento de placas de vehículos, reconocimiento de patrones de movimiento (con los cuales usted podría ser identificado incluso si su rostro está cubierto a partir de cómo se mueve) y mecanismos para el “reconocimiento de huellas dactilares sin contacto”, es decir hardware y software capaz de leer sus huellas dactilares a distancia.
Y aunque en Estados Unidos el Gobierno no ha hecho mucho por regular la consecución, a todas vistas ilegal, de las fotos de personas por parte de la compañía, gobiernos de otros países ya han empezado a mirar el tema y a tomar medidas en contra de la compañía.
El gobierno británico, encabezado por la Oficina del Comisionado de Información busca imponer una sanción de hasta $ 17 millones de libras por “violaciones serias” a las leyes de privacidad del país y el gobierno Australiano ha ordenado a la compañía que cese la recolección de imágenes faciales y “templates biométricos” de sus ciudadanos y que borre aquellos que ya ha recolectado . Por su parte, el gobierno Canadiense ha dicho que las actividades de Cleaview AI son ilegales y busca suspender sus actividades en contra de ciudadanos canadienses.