Cómo están las cosas hoy, en el mercado de los smartphones, es más retador reseñar un flagship que un gama media. Estamos en una carrera por la diferenciación, por las prestaciones que nos dejen con la boca abierta y diciendo: calla y toma mi dinero!.
Samsung evoluciona.
Los últimos Galaxy fueron teléfonos interesantes. Nadie dudaba de su potencia, de sus cámaras o de la calidad de sus pantallas; sin embargo, en muchos sentidos la marca parecía hablar de más y, al final, quedaba algo resegada en términos de la expectativa y emoción que generaban cuando salían al mercado. De una vez les adelanto, esto cambió con el S10+.
Cuando lo presentaron hace algunos días en Colombia, hablaban de “evolución”. Pero difiero un poco, pues la evolución toma tiempo y se trata de pequeños cambios que se acumulan en el tiempo y, por eso, en el caso del S10 hablamos de un gran salto.
¿Por qué decimos esto? Hablemos de las especificaciones del S10+.
Pantalla: Acá comenzamos con toda! Samsung se negó y se negó a adicionar un notch en sus smartphones. Si la memoria no nos falla, es la única marca grande que evitó a toda costa seguir a esta tendencia. ¿Cómo lo resolvieron? Pues presentando una pantalla DYNAMIC AMOLED O DISPLAY de 6.4 pulgadas.
Tremendo el nombre que le puso SAMSUNG pero, se trata de una nueva pantalla que no sólo es precisa en el manejo del color sino, que, además, está perforada con láser para poder poner en ella la doble cámara frontal,
¿Se imaginan el nivel de precisión necesaria para lograr eso?
En general, la experiencia con el S10+ es buena, los colores están bien equilibrados, son nítidos y el contraste es genial. Quizás la única queja es: como se trata de una pantalla EGDE (que se dobla en los lados), algunas veces cuando se usa a una sola mano, la experiencia es difícil pues, hay más de un punto de contacto al tiempo al usar la palma. Fuera de eso, es una buena experiencia y, lo decimos con todo lo que eso implica (ver contenidos en Netflix, Youtube o videojuegos).
Para los amantes de las selfies, la pregunta del momento, es obvia: ¿El hueco de las dos cámaras daña la experiencia de imagen? La respuesta es sencilla, NO. Uno se acostumbra muy rápido y, por raro que parezca, en un momento dado, el espacio destinado a las dos cámaras frontales es mucho más pequeño que la mayoría de los “notch” en el mercado.
Procesador: Este es uno de los detalles que nos gusta más de toda la línea S10 y, es que independientemente del modelo que se compre, todos los smartphones de la familia tienen el mismo procesador. Eso es pensar en el usuario.
En este caso, tiene un Snapdragon 855 de 8 núcleos que, además, integra una NPU (Unidad neuronal de procesamiento en español) responsable de la inteligencia artificial del smartphone y una GPU (unidad de procesamiento gráfico) que, entrega gráficos de último nivel. Hay una cosa interesante cuando se tiene tanta potencia en un teléfono, la temperatura puede ser un problema. En el caso del S10+ esto se siente, pues, cuando se exige a fondo la capacidad de procesamiento del teléfono, el calor aparece, sin embargo, a los pocos minutos tiende a regularse.
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Bueno, finalmente, con este hardware, tiene potencia de sobra para juegos (Fornite corre fácil), las apps de edición de fotografía funcionan sin problema e, incluso, Samsung anunció un trabajo conjunto con Adobe para una edición personalizada de Premier Rush (aunque, hasta el momento, poco se sabe de eso, porque en Google Play aún no hay rastros) lo que, no sólo habla de la versatilidad del teléfono sino, de la confianza que tiene la marca en que tienen lo necesario para producir un verdadero dispositivo para creadores y editores de video.
RAM y Almacenamiento: Nada de timidez en este apartado, Samsung, puso en sus Galaxy S10+ una combinación que supera incluso a muchas portátiles del mercado actual, entregando 8 Gigas de RAM y 128 Gigas de almacenamiento interno, ampliables hasta 512 Gigas usando una tarjeta Micro SD.
al unir esto con toda su capacidad de procesamiento, es fácil darse cuenta del tipo de persona a la que quiere llegar Samsung pero, de esto hablaremos dentro de poco.
Experiencia: ¿Qué podemos decir después de usar durante una semana el Galaxy S10+? Que el título “Flagship”, el busque insignia, lo mejor que puede hacer la marca… es merecido!
Se trata de un gran teléfono pero, también, de una gran herramienta para el día a día y, además, es un gran tema de conversación. En general, la gente quiere verlo, conocerlo y jugar con él.
La batería de 4.100 mAh dura todo el día y más, sin problema (ni idea cómo lo logran con lo que debe consumir todo el hardware). El sonido, es bueno a falta de una mejor palabra y, no podemos sino dar gracias, por los audífonos AKG incluidos en la caja.
¿Y las cámaras? Siendo claro, las cámaras del Galaxy S10+ merecen nota aparte y por eso no hay muchos detalles en esta reseña. La idea de tener varias en un teléfono (en este caso 5) parecía una exageración hace un tiempo pero, fueron ganando espacio a lo largo del 2018 y, hoy, es sinónimo de adaptabilidad. En este caso, podemos adelantar que: la gran angular es genial, y el comportamiento en general del grupo óptico en condiciones de baja luz), contraluz o, incluso en días nublados, es destacado en un momento en que la cámara, “lo es todo”, para los smartphones de gama alta.
El modo retrato es tipo “es profesional”, adaptable y capaz de hacer del más común de los espacios algo destacado pero, como dijimos: de eso hablaremos pronto.
¿Para quién es el Galaxy S10+?
Por encima de cualquier cosa, el Galaxy S10+ es para la persona que no quiere ponerle un “pero” a su vida. Apunta a quien quiere sacrificar poco en su vida y necesita un teléfono que le siga al paso. Es curioso, una vez que se tiene el S10+, es casi instantáneo el deseo de hacer una buena foto, crear un buen vídeo o simplemente sentarse a escuchar música a todo volumen.
Más que una evolución se trata un salto, un Samsung que, se diferencia de los demás y del que bien vale la pena seguir hablando.
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Andrés Felipe Sánchez
