Google acabó con los Chrome apps. Es posible que este hecho solo nos importe a quienes escribimos sobre este tipo de cosas. La realidad es que prácticamente nadie conocía las Chrome Apps, mucho menos las usaba.
Pero la noticia no deja de ser importante. Una de las criaturas mitológicas del mundo de la tecnología, son las aplicaciones basadas en web. La idea es que el usuario no tiene que instalar nada, todo funciona desde la nube. El concepto es extraordinario, la ejecución no tanto. Recuerde que el primer iPhone trabajaba también sobre esta premisa.
Sucede que aunque no lo parezca, no estamos conectados todo el tiempo. Un solo infante de desconexión significa que la aplicación no puede hacer su trabajo cuando la necesitamos.
Moraleja: Una buena idea necesita ser filtrada por el contexto del usuario. El lado poderoso no es la tecnología, sino la voluntad de uso por parte del usuario.
