Para muchos fue una grata sorpresa el anuncio de Tag Heuer, uno de los fabricantes más prestigiosos e importantes de relojes tradicionales, de su entrada al mercado de smartwatches. La compañía, que ha visto cómo los fabricantes de dispositivos móviles quieren usurpar su mercado con “jugueticos” lanzó hace una semanas su Carrera Connect, un reloj inteligente con Android Wear que cuesta USD 1,500.
La compañía que tiene una historia de cerca de 150 años produciendo relojes ha tomado un approach cauteloso, basado en 2 pilares:
- Ha comenzado con una producción pequeña de dispositivos: 1,200 unidades x semana, y
- Ha ofrecido a los compradores del Carrera Connect la opción de cambiar su reloj “inteligente” dentro de 2 años por uno totalmente mecánico (pagando un monto adicional).
En sí, Tag está diciendo que los smartwatches no tienen una vida útil mayor a 24 meses mientras que los relojes mecánicos son, en sus propias palabras, “eternos”. Y sin embargo, el Carrera Connect es uno de los smartwatches más robustos y hermosos del mercado.
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A pesar del precio, la compañía ha encontrado una mayor aceptación de la esperada. En su primer mes vendió 100,000 unidades lo que lo ha llevado a anunciar un incremento en su producción a 2mil unidades por semana y a cancelar las ventas en línea de los mismos hasta Mayo o Junio con el fin de dar prioridad a sus canales tradicionales.
La noticia es buena. Mucha gente quiere un reloj tradicional pero inteligente. Y si es de una marca tan conocida como Tag Heuer, mejor.
Ahora bien, hay que poner las cosas en perspectiva y no ser triunfalistas. Sin demeritar las 100,000 unidades vendidas por Tag en su primer mes, el número palidece al lado de las 4.7 Millones de unidades vendidas por Fitbit en el último trimestre (según cifras de IDC) o las 2.3 Millones de unidades que vendió el Apple Watch en su primer fin de semana de ventas.
Claro, yo sé, tienen precios – y mercados objetivos – diferentes, pero pensar que el Carrera Connect hará la diferencia para Android Wear es… como decirlo… ingenuo. Tag no es una marca de consumo masivo. Sus dispositivos son considerados como aspiracionales y demuestran prestigio y capacidad económica. Sus relojes son a su mercado, lo que el iPhone es a los smartphones. Su target no es la masa. Es la exclusividad. Y por ahora parece que la compañía apenas está experimentando con el tema de los relojes inteligentes. Lo interesante será ver qué ocurre en el 2017 cuando la compañía amplíe su portafolio de dispositivos electrónicos:
“Teniendo en cuenta el éxito de este sólo y único reloj, vamos a desarrollar una colección hecha de diferentes variedades, ejecuciones y materiales al final del próximo año o principios de 2017” – Jean-Claude River, CEO Tag Heuer