El mundo avanza constantemente, tanto es así que, recientemente se ha conocido que los Investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres, han logrado avances revolucionarios en biónica con el desarrollo de músculos artificiales eléctricos de rigidez variable.
Según han notificado, esta tecnología innovadora logra poseer capacidades de autodetección y, así mismo, cuenta con el potencial de revolucionar la robótica blanda e incluso, las aplicaciones médicas.
Nuevo músculo artificial eléctrico de rigidez variable
Es importante señalar que el músculo artificial cambia sin problema alguno entre estados blandos y duros, al mismo tiempo que consigue detectar fuerzas y deformaciones. Todo esto, con una flexibilidad y capacidad de estiramiento que son muy parecidas a las del músculo natural, tiene la capacidad de poder integrarse en sistemas robóticos blandos intrincados y adaptarse a diversas formas. Hay que resaltar que al ajustar los voltajes, el músculo cambia de forma rápida su rigidez y puede monitorear su propia deformación mediante cambios de resistencia. Incluso, un dato bastante idóneo es que el proceso de fabricación es simple y bastante confiable, por tal razón, lo hace ideal para una variedad de aplicaciones.
El Dr. Ketao Zhang, profesor de Queen Mary e investigador principal, ha explicado la importancia de la tecnología de rigidez variable en actuadores similares a músculos artificiales. Diciendo que empoderar a los robots, muy especialmente a los realizados de materiales flexibles, con capacidades de autodetección, es un paso fundamental hacia la verdadera inteligencia biónica.
Cabe resaltar que el músculo artificial de última generación desarrollado por los investigadores consigue presentar una flexibilidad y capacidad de estiramiento similares a las del músculo natural, lo que lo vuelve ideal para integrarse en sistemas robóticos blandos intrincados y adaptarse a numerosas formas geométricas. Este actuador flexible con una estructura rayada logra demostrar una durabilidad excepcional.
Según se pudo conocer, el músculo artificial tiene la capacidad de poder ajustar de forma rápida su rigidez, logrando de esta forma, una modulación continua con un cambio de rigidez superior a 30 veces. Cabe acotar que su naturaleza impulsada por voltaje consigue suministrar una ventaja bastante significativa en cuanto a términos de velocidad de respuesta sobre otros tipos de músculos artificiales. Incluso, se debe dejar claro que esta novedosa tecnología puede monitorear su deformación mediante cambios de resistencia, eliminando la necesidad de arreglos de sensores adicionales y asimismo, simplificando los mecanismos de control mientras disminuye los costos.
No se debe dejar pasar por alto que el proceso de fabricación de este músculo artificial con autodetección es bastante simple y confiable. Pero, lleva su proceso que hay que realizar de forma adecuada, una vez que esto sucede, se forma un músculo artificial de rigidez variable con autodetección completo.
Hay que destacar que la idónea integración con el cuerpo humano consigue abrir las posibilidades para poder ayudar a personas con discapacidades o incluso a pacientes a realizar tareas diarias fundamentales. Según han informado, al integrar el músculo artificial con autodetección, los dispositivos robóticos portátiles tienen la capacidad de poder monitorear las actividades de un paciente y brindar debida resistencia al ajustar los niveles de rigidez, lo que consigue permitir facilitar la restauración de la función muscular durante el entrenamiento de rehabilitación.
El Dr. Zhang explica que aunque aún quedan muchos desafíos que se deben abordar antes de que estos robots médicos puedan implementarse en entornos clínicos, esta investigación consigue representar un paso realmente crucial hacia la integración “hombre-máquina”. Al mismo tiempo que mencionó que brinda un modelo para el desarrollo futuro de robots blandos y portátiles.
Sin lugar a dudas, este estudio consigue marcar un hito importante en el campo de la biónica. Con su desarrollo de músculos artificiales eléctricos autosensibles, han logrado nivelar el camino para avances en robótica blanda, así como también en aplicaciones médicas.