Los proveedores de conectividad a Internet (ISP) son nuestros peores enemigos. Su relación con nosotros está fundamentada en una sola razón, exprimir cada vez mas dinero de nuestros bolsillos. En su arsenal de armas no faltan las estrategias diabólicas. Como cuando nos bloquean la conectividad para sacarnos de los planes ilimitados que nos ofrecieron en otra época. Una de estas estrategias se empieza a gestar y vale la pena tenerla en cuenta.
En la actualidad para conectar un dispositivo a la red necesita comprar una SIM. Cada SIM tiene asignado su propio número único, lo cual hace difícil unificar sus comunicaciones. Es decir, que ud. pueda recibir una llamada o mensaje en un número o buzón centralizado, en lugar de en cada dispositivo por separado. Si ha cambiado de teléfono recientemente y tuvo que reconfigurar WhatsApp, la causa principal fue este problema.
Desde luego que existen algunas soluciones para este problema. Si está en el ecosistema Apple, este es un asunto aislado, pues los dispositivos de este fabricante se han unificado alrededor de su cuenta de iCloud. Pero no deja de ser molesto, con la tecnología existente, no poder, por ejemplo, recibir en casa una llamada hecha al celular que olvidó en su oficina o que se quedó sin batería.
Los ISP empiezan a lanzar estrategias como Numbersync para atacar esa molestia de los usuarios. Un solo número a través de cualquier dispositivo. Suena increíble hasta que uno entiende que se trata de una estrategia de mercadeo para exprimir mas dinero de su bolsillo. La razón para ofrecer este tipo de servicios no tiene mucho que ver con el servicio al cliente, sino con una tendencia de mercado.
Los fabricantes de dispositivos vestibles, o conectados al internet de las cosas, han trabajado alrededor de esta restricción por años. La dependencia del Apple Watch con el iPhone es una clara muestra de lo anterior y no es la única. Prácticamente todos los nuevos dispositivos inteligentes dependen de un sistema de conectividad externo. Los ISP se acaban de dar cuenta de una oportunidad. Si cada dispositivo inteligente tiene una SIM, van a vender mucho mas.
La verdadera conveniencia para el usuario sería poder comprar planes mensuales con capacidad ilimitada de transmisión de datos, que permitan conectar cuantos dispositivos queramos a la red. Como usuarios recibimos una sola cuenta unificada y predecible mensualmente. Obviamente todo funciona perfectamente. Pero los ISP no quieren ser “dumb pipes” o “tubos tontos” que solo ofrecen conectividad, que hoy es un commodity en el mercado. Esto afecta su capacidad de crecer la rentabilidad (lease exprimir su bolsillo) y aumentar el ARPU (Average Revenue per User), que es su medida clave.
Es claro que los ISP necesitan tener un negocio. Y que, como todos los negocios, el de ellos también debe crecer. Su negocio actual está sustentado bajo la premisa de que invierten grandes sumas en infraestructura, para luego vender esa capacidad muchas veces a otros usuarios. Así, con muchos usuarios pueden amortizar la inversión y dejar una utilidad. Su mundo está reducido a agregar y mantener usuarios afiliados a su red. Mas dispositivos son mas usuarios y, por ende, mas dinero en sus arcas.
Pero no tiene que ser así. Los ISP reconocen que la gran oportunidad de su negocio está en ofrecer servicios de valor agregado. Su gran pelea con los startups de internet se deriva de la molestia que les causa que otros, no ellos, hagan dinero a través de su infraestructura. Pero los ISP son malísimos para diseñar y ofrecer estos servicios. Desde luego que hay modelos exitosos como M-Pesa, que es el sistema de pagos móviles mas importante del mundo.
En el caso que nos concierne hoy, lo que uno como usuario querría tener es un servicio de comunicaciones unificadas. Tiene que ser algo fácil de administrar y configurar, y que funcione en cualquier lugar del mundo. La tecnología existe y funciona. La tiene Microsoft, la tienen otros fabricantes como Avaya y Alcatel-Lucent. Ya Microsoft nos convenció de pagarla vía una suscripción mensual. ¿Cuando la ofrecerá su ISP? ¡No se haga ilusiones!