La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) llegó a un acuerdo la semana pasada con un corredor de datos estadounidense conocido por vender datos de localización (ubicación) recopilados de cientos de aplicaciones telefónicas al gobierno de Estados Unidos, entre otros. Según la agencia, la empresa ignoró en algunos casos las solicitudes de los consumidores de no hacerlo y, en términos más generales, no se certificó de que los usuarios fueran notificados sobre cómo se usarían los datos recopilados. ¡A continuación cada detalle sobre este tema inherente aquí en TECHcetera!
Lo que debe conocer sobre los datos de localización
La noticia de que el acuerdo requiere que la compañía, antiguamente conocida como X-Mode, deje de vender “datos de ubicación confidenciales” de las personas fue recibida con elogios de los políticos que calificaron el resultado de “histórico” y, así mismo, de los periodistas que consideraron el acuerdo como una victoria “histórica” para el gobierno estadounidense, muy posiblemente, no sea tan bueno para el consumidor.
En este sentido, hay que señalar que, esta “gran victoria en materia de privacidad”, como lo expresó un medio, solicitará además que la empresa, rebautizada como Outlogic luego de que sus actividades fueran expuestas, elimine todos los datos que ha recopilado ilícitamente hasta la actualidad.
Outlogic, por su parte, proporcionó una visión drásticamente diferente, negando cualquier irregularidad y prometiendo que la orden de la FTC “no requeriría ningún cambio significativo” en sus prácticas o productos. Varios hechos parecen indicar que, aunque la compañía potencialmente está restando importancia al costo para su negocio, es innegable que cualquier efecto del acuerdo será imperceptible para los consumidores y la industria de Outlogic en general, que se beneficia vendiendo secretos estadounidenses a agencias de espionaje, así como a organizaciones policiales.
Vale la pena mencionar que, la represión de la FTC contra las actividades de “X-Mode” puede ser histórica, pero desde el punto de vista del consumidor, es por razones equivocadas. Es importante entender que la orden se refiere a lo que la FTC llama “datos de ubicación sensibles”, un término técnico sorprendentemente engañoso y redundante al mismo tiempo. Cualquier dato que registre exhaustivamente la presencia física de una persona (cada momento de cada día) es inherentemente sensible.
No cabe duda de que el seguimiento constante del paradero de las personas revela asociaciones políticas, religiosas e incluso sexuales. El acto de recopilar estos datos es una manera amplia de vigilancia sin importar el objetivo. Aunque tal vez sea más fácil imaginar cómo los huéspedes de “clínicas médicas y de salud reproductiva, así como lugares de culto religioso y refugios para víctimas de abuso doméstico” son fundamentalmente vulnerables a las formas comerciales de acoso, hay incalculables maneras en que el paradero de las personas, una vez expuesto, tiene la capacidad de poder poner en peligro o arruinar sus vidas.
