Esta semana hablamos un poco de los televisores Ultra High Definition. Derivado de ese artículo recibimos un par de correos preguntándonos qué es un Televisor Inteligente o Smart TV, algo que hemos venido viendo desde hace unos años en el mercado pero que para un gran número de usuarios sigue siendo algo medio difuso.
Pues bien, un Smart TV es un televisor que integra la conectividad de internet con los servicios tradicionales de un televisor y que, por lo tanto, puede ofrecer contenidos y servicios adicionales y que permite una relación en doble vía del usuario con dicho contenido.
Personalmente creo que un Smart TV es la respuesta de los fabricantes de televisores a un modelo, como el de la televisión tradicional, que es obsoleto y completamente arcaico.
Gracias a la conectividad ofrecida por los televisores inteligentes, el televisor es más que el medio por el cual vemos los canales que tenemos comprados a nuestro operador de televisión por suscripción. Es más, es posible cancelar esa suscripción y conectarse a un mundo de Apps que nos permiten gozar de contenido cuando nosotros queramos y no cuando el canal lo esté presentando.
La incorporación de redes sociales dentro de las aplicaciones de los Smart TVs abre, además, la puerta para que la relación entre el contenido que vemos y nosotros deje de ser en una vía e invita a los usuarios a participar en vivo, en el mismo momento de consumirlo, con sus comentarios, likes, shares, tweets y demás.
La “Appificación de la Sala” de la que tanto hemos hablado es cada día más notoria y el contenido disponible en los Smart TVs es cada vez más rico y variado. Interesantemente, este contenido web que consumimos directamente del televisor viene cada día de mejor calidad, incluso sobrepasando a aquella que encontramos en los paquetes estándar de los operadores de cable.
No es sino ver House Of Cards vía la aplicación de Netflix en su Smart TV para no querer volver a prender el decodificador de su televisión por suscripción (no sólo por el contenido y por el hecho de poder verlo a su propio ritmo, sino porque la calidad del video es 100 veces mejor).
Los grandes fabricantes de televisores han incorporado además otras tecnologías que complementan la experiencia de los Smart TVs y que la enriquecen en comparación de las terminales “brutas” del pasado.
Controles de Gestos, Comandos de Voz, Grabación de Contenido, son algunos de esos pequeños tweaks que cada vez vemos más en los televisores de media y alta gama. La incorporación de Cámaras y micrófonos permiten hacer video conferencias directamente desde el Smart TV y controlarlo con movimientos de las manos y comandos hablados.
Y aunque ya no es EL selling point que fue hace unos años, la gran mayoría de los Smart TVs incorporan tecnologías para la conversión y presentación de contenido en 3D.
Estamos en la era de la inteligencia, de la conectividad, y es claro que a nivel de televisores el tema no es sólo el número de pixeles sino el contenido que pueden ofrecer. Por eso y para eso, existen los Smart TVs.