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Otra compañía de cohetes se acerca a la reusabilidad de sus motores

Rocket Lab ha estado experimentando con la reutilización de Electron, con la esperanza de acercarse un poco más a su principal rival de la industria, SpaceX.

Otra compañía de cohetes se acerca a la reusabilidad de sus motores, y es que Rocket Lab inició el año con el lanzamiento y recuperación de su cohete Electron como parte de los continuos esfuerzos de la compañía para reutilizar la primera etapa de su pequeño vehículo de lanzamiento.

Electron despegó el pasado miércoles a la 1:34 am ET desde el Complejo de Lanzamiento 1 de Rocket Lab en la Península Mahia de Nueva Zelanda, transportando los primeros 4 satélites de Conciencia de la Situación Espacial (SSA) para NorthStar. Vale la pena destacar que, el cohete desplegó los satélites en una órbita terrestre circular de 329 millas (530 kilómetros), desde donde están diseñados para efectuar un seguimiento de los objetos en el espacio y brindar alertas de proximidad, navegación y prevención de colisiones. ¡Más detalles de esta noticia a continuación!

Lanzamiento y recuperación del cohete Electron

La misión Four Of A Kind también percibió la primera etapa del cohete Electron retroceder hacia la Tierra para su última prueba de reutilización. El propulsor fue bajado con la ayuda de un paracaídas antes de caer en el Océano Pacífico unos 17 minutos después del despegue, según Rocket Lab. La empresa recuperó el propulsor del cohete y en la actualidad lo está analizando para poder reutilizarlo en futuros lanzamientos.

Según se informa, Rocket Lab ha estado experimentando con la reutilización de Electron, con la esperanza de acercarse un poco más a su principal rival de la industria, SpaceX. Inicialmente, la empresa había ideado un plan mucho más atrevido para recuperar sus propulsores, atrapando los cohetes en el aire con un helicóptero mientras descendían hacia el océano con la ayuda de un paracaídas para disminuir su velocidad. Posteriormente, el helicóptero deberá transportar de manera segura los propulsores a la costa. En un giro decepcionante de los acontecimientos, Rocket Lab optó por renunciar a la forma elaborada de recuperar sus propulsores después de 2 fracasos consecutivos.

En ambas ocasiones, el propulsor de electrones fue recuperado del océano. Aunque el objetivo de la recuperación en el aire era evitar que el propulsor se sumergiera en el agua (para aumentar su potencial de reutilización), el cohete funcionó bien después de nadar. Así que en vez de intentar evitar que se moje, Rocket Lab ahora se encuentra estudiando cómo poder reutilizar su cohete a pesar de haber estado sumergido en el océano.

Cabe resaltar que, el lanzamiento del miércoles marcó la misión número 43 de Electron en general. La compañía regresó con su pequeño vehículo de lanzamiento en el mes de diciembre de 2023 luego de un breve revés cuando Electron experimentó una anomalía en vuelo 3 meses antes. Antes del fallo del cohete, Electron había tenido una consistente racha de 20 lanzamientos exitosos consecutivos. El vehículo de lanzamiento ligero de 59 pies de altura es el segundo cohete más usado en los Estados Unidos y transporta cargas útiles gubernamentales y privadas.

Después de su primer lanzamiento en 2024, Rocket Lab planea crecer a lo grande durante el resto del año. “El éxito de la misión de hoy para poner a Spire y NorthStar en órbita, y la finalización de nuestra misión secundaria para devolver Electron a la Tierra después del lanzamiento, ha sido un comienzo fantástico de lo que será el año más ocupado de la historia de Rocket Lab” mencionó el fundador de Rocket Lab y el director ejecutivo, Peter Beck, en un comunicado. “Tenemos más misiones reservadas para 2024 de las que habíamos programado antes”.

 

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