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Mujeres Programadoras – Retos y Oportunidades

En un mercado que de por sí tiene un déficit de mano de obra, las mujeres programadoras siguen siendo una minoría

El día de hoy estaré moderando un panel en el marco del lanzamiento del proyecto Mujeres Programadoras del SENA. Un programa que busca ayudar a cerrar no 1 sino 2 brechas importantes que hay hoy en el mercado de las TIC nacional.

Es un piloto que realiza la institución con el apoyo de la Cámara de Comercio Colombo-Alemana, Key Code, la Fundación Konrad Adenauer Stiftung y la Fundación VASED y que busca formar a un grupo de mujeres en Desarrollo Web, Minería de Datos y Python.

En Colombia, donde el sector de TI emplea en la actualidad cerca de 70 mil personas, hay un déficit de 62 Mil profesionales. Es decir, las necesidades actuales del sector son casi del doble de los empleos que genera. Estas son cifras de Fedesoft.

Y el tema no es solo de cantidad; es de calidad y de los conocimientos requeridos. Cerca de la mitad de las ofertas de empleo del sector demandan conocimientos de desarrollo y programación en lenguajes como Java, HTML, .NET y PHP, la administración de ambientes Cloud y la inteligencia de negocios. Sin embargo, menos del 25% de los aplicantes tienen dichos conocimientos.

Al tema hay que sumarle la baja participación femenina en el mercado. Por un lado menos de 1/3 de los estudiantes de 4to semestre o superior en programas TIC son mujeres y por otro, solamente 7 de cada 1000 mujeres colombianas son creadoras de aplicaciones, software, películas o videojuegos. 

El mercado de las tecnologías de información es uno de los que más crece a nivel mundial. Según cifras del BID para el 2025 el sector empleará a más de 1,2 millones de latinoamericanos. ¿Cómo cerramos estas brechas? ¿Cómo fomentamos la creación de las capacidades que hoy demanda el mercado y que son cada vez más necesarias en todas las industrias?

Con programas ágiles, super enfocados y puntuales. Con bootcamps que ofrezcan a sus participantes los conocimientos que hoy demandan las empresas. Con programas como el de Mujeres Programadoras. Que hoy es un piloto pero que tiene el potencial de convertirse en un programa formal con alcance nacional.

 

 

 

 

 

 

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