Este es un tema difícil de explicar, por lo mismo, vamos a abordarlo por medio de un ejemplo, imagine el siguiente panorama (que no se aleja mucho de algunas realidades): los candidatos electorales se enfrentan en una intensa discusión sobre políticas económicas, pero de repente, la conversación cambia. Uno de los candidatos es acusado de haber hecho un comentario racista, inapropiado o machista en un video que circula por internet. La evidencia parece innegable, pero el candidato sonríe, sacude la cabeza y dice: “Eso es un deepfake. Una manipulación para desacreditarme”. De repente, lo que parecía una verdad incuestionable se transforma en una neblina de dudas. Bienvenidos a lo que en inglés se conoce como: Liar’s Dividend!
El Corazón del Problema de Liar’s Dividend
Para entender el Liar’s Dividend, déjame contarte una historia. Hace unos años, en un pequeño pueblo, se difundió un rumor sobre el alcalde. Alguien dijo que lo habían visto aceptando un soborno. Al principio, pocos lo creyeron, pero luego apareció un video que mostraba al alcalde tomando un sobre de dinero en un callejón oscuro. La indignación fue inmediata; la carrera política del alcalde parecía estar acabada. Pero entonces, el alcalde convocó a una rueda de prensa. Con una sonrisa tranquila, dijo: “Este video es falso. Es un deepfake”. La duda se sembró rápidamente en la mente de los ciudadanos. Algunos pensaron que tal vez era cierto, otros que podría ser una manipulación, pero en última instancia, el alcalde salió indemne, no le pasó nada a su carrera ni a su prestigio. Esta es la esencia del Liar’s Dividend: cuando la verdad y la mentira se mezclan tanto que la realidad se convierte en un juego de percepciones.
El Liar’s Dividend en la Política Actual
En la política moderna, este fenómeno se ha vuelto un arma poderosa. Los políticos pueden utilizar la confusión generada por los deepfakes y la desinformación creada por la IA para negar o desviar acusaciones, incluso cuando las pruebas son legítimas. Antes, un escándalo bien documentado podía derribar a un político; ahora, pueden simplemente desacreditar la evidencia diciendo que es falsa.
La Historia del Candidato Pedro Pérez
Ahora hay que imaginar a un político cualquiera, por comodidad vamos a ponerle “Pedro Pérez”, un candidato presidencial que está en el centro de un escándalo. Un video aparece en internet, mostrándolo haciendo comentarios discriminatorios. La reacción inicial es de horror, y su campaña parece estar en riesgo. Pero Pérez, un maestro en el arte del Liar’s Dividend, no se inmuta. Afirma que el video es un deepfake y que sus oponentes están intentando sabotearlo. De repente, la narrativa cambia. Ya no se trata de lo que dijo, sino de si el video es real o no. Y en ese mar de dudas, Pérez sobrevive, e incluso, gana más tracción en las elecciones, ya que algunos lo ven como una víctima de una conspiración.
La negación llevada al limite: El “As” bajo la manga
El Liar’s Dividend funciona porque explota la “negación plausible”. En un mundo donde las pruebas pueden ser falsificadas, cualquier acusación puede ser negada. Esto no solo protege a los políticos deshonestos, sino que también debilita la confianza del público en la información que reciben. Es como si la política se hubiera convertido en un juego de espejos, donde nunca se puede estar completamente seguro de lo que realmente ves o escuchas, especialmente en las redes sociales.
Consecuencias?
El impacto del Liar’s Dividend va más allá de un simple truco político, es algo que amenaza los cimientos mismos de la democracia. Cuando los votantes ya no pueden confiar en la autenticidad de la información, se vuelven cínicos, desinteresados, o peor aún, son manipulados por aquellos que saben cómo jugar con la verdad. La desinformación se convierte en una herramienta para sembrar la duda, y en ese caos, los mentirosos pueden prosperar. Suena a algo que ya esta sucediendo de la mano de la tecnología? Lastimosamente, es una realidad! Ya se han visto políticos alrededor del mundo tratando de negar algunas verdades.
La historia de los hermanos Gómez
Tomemos a los hermanos Gómez, dos ciudadanos comunes. María, una profesora de historia, siempre ha valorado la verdad y la integridad. Pedro, su hermano, es más escéptico, siempre buscando teorías de conspiración en cada esquina (les suena familiar?). Durante las elecciones, ambos ven el mismo video comprometedor de un candidato. María, al principio, cree en la autenticidad del video, pero cuando el candidato lo niega y afirma que es un deepfake, comienza a dudar. Pedro, por otro lado, ya estaba predispuesto a creer que todo es una conspiración. Al final, ambos quedan atrapados en un ciclo de desconfianza y confusión, sin saber en qué o en quién creer.
¿Cómo Combatir el Liar’s Dividend?
No es fácil luchar contra este fenómeno, tampoco es imposible. No hay una solución infalible pero, aquí hay algunas ideas:
- Educación Mediática: Enseñar a las personas cómo identificar desinformación y cómo ser críticos con la información que consumen es crucial.
- Regulación de Deepfakes: Las leyes pueden jugar un papel importante limitando la creación y distribución de deepfakes maliciosos.
- Transparencia en las Campañas: Exigir que los candidatos y partidos sean responsables de la información que difunden puede ayudar a restaurar la confianza en el proceso electoral.
- Usar la tecnología en “pro” de la educación, hasta en la política.