Seguro ya sabe que hoy Samsung presentó sus nuevos flagships, el Galaxy S8 y el S8+, los cuales saldrán a la venta a nivel mundial el 21 de Abril. Por lo que hemos podido ver, la compañía ha puesto todo su empeño en producir los smartphones más bonitos que hayan existido.
La tarea que tiene por delante la compañía no es sencilla. Recuperar la confianza de sus clientes, el valor de su marca y el primer puesto en participación de mercado luego de la debacle del Note 7 no será tarea fácil. Pero todo parece indicar que este par de equipos tienen con qué ayudar a la compañía a lograrlo.
A 20mil pies de altura se destacan varias características de los Galaxy S8/S8+:
- La pantalla super alta (con un ratio de aspecto de 18.5 : 9) sin bordes laterales y con bordes mínimos arriba y abajo hacen que los dispositivos se vean hermosos
- El procesador es 10% mejor que el del S7 a nivel de procesamiento y 21% mas potente qua nivel de gráficas.
- El incremento de tamaño en la cámara frontal y la mejora en el autofocus hace que el S8/S8+ tengan unas de las mejores cámaras del mercado
- La introducción de Bixby, su asistente inteligente, promete un cambio radical en la manera en que interactuamos con los dispositivos
- Las 3 opciones de desbloqueo – código/patrón, huella o reconocimiento de iris – le dan gusto a todos los tipos de usuarios
- Es el primer smartphone con Bluetooth 5.0 (lo que le permite, entre otros, conectarse a 2 audífonos inalámbricos al mismo tiempo)
- Y la tecnología DeX que extiende el smartphone a una experiencia de Escritorio cuando se conecta a un dock podría hacer que este el equipo principal (y único) de muchos usuarios.
En fin, a nivel técnico todo está dado.
Sin embargo creo que la decisión más importante que ha tomado Samsung con este lanzamiento es la de simplificar el proceso de decisión compra de sus clientes al eliminar la decisión de si Edge o no Edge.
La decisión más importante de Samsung fue simplificar el proceso de decisión de los clientes
En el pasado, con los Galaxy S6 y los S7, Samsung puso a sus usuarios en una situación complicada: por un lado les mostró un equipo – el Edge – que era revolucionario, diferente y único en el mercado. Un dispositivo que terminó siendo el que todos querían, pero que por temas de precio y/o de disponibilidad no todos podían tener.
Así, muchos de los que terminaron comprando la versión tradicional lo hicieron porque “les tocó”, porque era para “el que les alcanzaba” o porque era “el que estaba disponible”. Pero muchos otros, al no poder comprar el equipo que querían también evaluaron alternativas de otras marcas (y los flagship de las otras marcas, excepto Apple, son mucho mas baratos).
Y si a eso le suma la coexistencia con la versión Plus que salió luego con el Note verá como terminaron siendo victimas de lo que se conoce como la Paradoja de las Opciones (hay un buen libro sobre el tema).
Con el Galaxy S8/S8+ Samsung le facilita la vida a sus fans y les simplifica la decisión de compra. Hay un solo equipo, un solo flagship. Viene en dos tamaños. Es una decisión mucho más fácil, más clara: le gustan los “phablets” (aunque creo que el término ya pasó de moda) o quiere uno “normal”?
Menos que pensar, menos comparaciones que hacer, menos proceso de evaluación. Si quiere el flagship de Samsung se compra el S8. Punto. Y, créame, esa va a ser una de las armas de este lanzamiento.