Si tuvo la oportunidad de ver el evento de Google de ayer se habrá dado cuenta que lo menos importante del mismo fue el lanzamiento de los nuevos Pixel.
No me mal entienda: me encantó el Pixel 2 XL (incluyendo el hecho de que no tenga puerto de audio de 3.5mm – ya veo a varios rasgándose las vestiduras) y creo que, independiente de la cantidad de dispositivos que venda, será súper importante para el mercado y para la estrategia de Google de aquí en adelante.
Sin embargo, poniendo un poco de atención a los diferentes lanzamientos de hardware noté algo que me llamó mucho la atención: el empuje, desaforado podría decirse, de Google para incluir capacidades de inteligencia artificial en todo.
3 ejemplos, para que me entienda:
Si ha usado Google Photos seguro ha tenido al menos un “momento Oh!!” En el que termina preguntándose como el servicio hizo algo por si solo (clasificar fotos, taguear personas, encontrar elementos específicos en una foto, crear animaciones, collages o videos).
Con el lanzamiento de Google Clips, unas cámara que “captura los mejores momentos por tí” el equipo de Google quiere que sea la inteligencia artificial la que decida qué tomar y cuándo tomarlo. La pequeña cámara es capaz de reconocerlo a usted y a su familia y es capaz de discernir qué contenido vale la pena guardar para siempre.
Y con el lanzamiento de Google Pixel Buds, unos nuevos audífonos inalámbricos. Son la respuesta a los AirPods de Apple pero gracias a la incorporación de elementos de machine learning, estos pueden traducir 40 idiomas en tiempo real.
Piense en la aplicabilidad de esto para los miles de millones de viajeros que visitan cada año lugares en donde hablan un idioma que no dominan. Boom!
Cuando hablamos de inteligencia artificial la gente piensa en The Matrix o en SkyNet pero Google nos está demostrando que con cosas pequeñas, específicas y súper direccionadas el futuro es uno el que la inteligencia artificial estará hasta en la sopa y no generará riesgos para nuestra supervivencia.
