Mientras que muchos de nosotros nos acostumbrábamos al uso de Zoom y de Drive para conectarnos con nuestra oficina y compañeros de trabajo a unos cuantos kilómetros de distancia, el equipo de la NASA encargado de cuidar que el Curiosity siga operando y funcionando en la superficie del planeta rojo hacía lo mismo, con un nivel de complejidad un poco superior.
Hace unos días la Agencia Nacional de Exploración Espacial de los Estados Unidos (NASA) publicó un interesante artículo sobre cómo este equipo se ha tenido que adaptar -al igual que nosotros- a esta nueva realidad que combina el trabajo desde casa con tareas como cuidar de los hijos, hacer almuerzo y acordarse de pararse al menos una vez y caminar cada hora. Claro, con algunas características muy particulares.
1 – Quienes operan el Curiosity utilizan unas gafas especiales que les permite ver en 3D imágenes de la superficie de Marte. Imágenes con las pueden medir profundidades, inclinaciones, distancias y tamaño de obstáculos para asegurar que no vayan a tener ningún accidente en la operación del robot. Estas gafas dependen de la capacidad de cómputo de unos computadores súper potentes que tiene la entidad y que no podían ser llevados a la casa de ninguno de los empleados.
¿La solución? Esas gafas de cartón con un lente rojo y otro azul que por años se han usado para ver películas en 3D en cines y televisores. No ofrecen la misma claridad y nitidez pero han demostrado funcionar suficientemente bien.
2 – Hasta el 19 de Marzo, cada secuencia que se programaba en el robot era el resultado de la interacción en vivo de cerca de 20 personas en un cuarto de operaciones lleno de pantallas, computadores, datos e imágenes, quienes a su vez estaban conectados con ingenieros y científicos de todas partes del mundo.
“We’re usually all in one room, sharing screens, images and data. People are talking in small groups and to each other from across the room,” – Alicia Allbaugh, Directora del Equipo del Mars Curiosity
Ahora, remotamente, esas discusiones se llevan a cabo vía videoconferencias y el uso de herramientas de mensajería las cuales, a pesar de ser extremadamente útiles, han hecho que cada proceso tome entre 1 y 2 horas adicionales (hasta en la NASA están viendo afectada su productividad por el cambio del status quo! La semana pasada escribí del tema en un post personal en LinkedIn, por si lo quiere leer).
Es interesante ver cómo una buena parte de las actividades que antes creíamos debían hacerse de manera presencial se pueden realizar de forma virtual. Ahora tendremos que esperar para qué tanto cambia esta emergencia la concepción de trabajo que teníamos hasta ahora
