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¿Es hora de despedirnos del Voyager?

Un fallo informático ha impedido que la Voyager transmita información vital.

La NASA reveló recientemente que su nave espacial interestelar “Voyager 1” ha encontrado un problema importante.

 

Voyager, que ha viajado más lejos que cualquier otra nave, tiene la capacidad de poder recibir mensajes desde la Tierra, pero hay que mencionar que un fallo informático ha impedido que la Voyager transmita información vital. Y la agencia espacial explicó en un blog que “como resultado, no se envían datos científicos o de ingeniería a la Tierra”. ¡Todos los detalles a continuación!

 

La voyager ha tenido un fallo informático

 

Según se pudo conocer, no hay una solución rápida. Los ingenieros de la NASA han intentado restablecer la computadora afectada, llamada sistema de datos de vuelo (FDS), pero todavía envía el mismo patrón repetitivo de código de software.

 

La agencia explicó, “Los ingenieros podrían tardar varias semanas en desarrollar un nuevo plan para solucionar el problema”. 

 

Hay que tener presente que los ingenieros no pueden sencillamente enviarle nuevos comandos y ver si eso soluciona el problema. Eso podría empeorar las cosas.

 

La NASA ha manifestado, “Encontrar soluciones a los desafíos que enfrentan las sondas a menudo implica consultar documentos originales de décadas de antigüedad escritos por ingenieros que no anticiparon los problemas que surgen hoy. Como resultado, al equipo le lleva tiempo comprender cómo un nuevo comando afectará las operaciones de la nave espacial para evitar consecuencias no deseadas”. 

 

 

 

Según se informa, la buena noticia es que los ingenieros de la Voyager de la NASA han demostrado ser excelentes al momento de solucionar problemas repetidos de las naves espaciales. Sólo requiere paciencia. Después de todo, la Voyager 1 (y su hermana por así decirlo, la Voyager 2) se aproximan a los 50 años. Y a miles de millones de kilómetros de distancia, en el espacio profundo, se requieren más de 22 horas para transmitir un mensaje a la Voyager 1.

 

Cabe acotar que, ambas naves, lanzadas en 1977, continúan llevando a cabo importantes investigaciones. Según se conoce, están devolviendo datos sobre la radiación en el espacio interestelar y hasta qué punto se extiende la burbuja protectora de energía y partículas del sol en el cosmos.

 

Ahora bien, no hay que dejar de mencionar que si la NASA mantiene ambas naves espaciales en funcionamiento, tendrán suficiente combustible para transmitir datos durante aproximadamente otra década, hasta mediados de la década de 2030.

 

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