En un período social en el que la Inteligencia Artificial (IA) y la salud mental lideran la conversación actual, la unión de ambos conjetura un nuevo campo de estudio y así mismo, una viable fuente de solución a problemas como la saturación del sistema sanitario, así como las barreras de accesibilidad y del mismo modo, la falta de eficacia de algunos tratamientos. A continuación, daremos algunos detalles en cuanto a ¿de qué sirve la IA en los tratamientos psicológicos? Esté atento a cada dato al respecto.
IA en los tratamientos psicológicos
Es crucial dar a conocer que, la salud mental viene siendo uno de los mayores retos sociales y sanitarios del futuro. Desafortunadamente existen limitaciones en cuanto al número de profesionales del sector y en las diferentes terapias que hacen que una gran parte de la población no reciba el tratamiento que realmente precisa.
En este sentido, Pablo Roca, doctor en psicología y pionero en el desarrollo de soluciones innovadoras basadas en IA y salud mental, invitó en las XIII Jornadas de Valor Añadido en Psicología de la Universidad Europea a imaginar el Estadio Santiago Bernabéu, con una capacidad para 80.000 personas aproximadamente, “A esa cifra, añadan otras 20.000 personas más, y en el centro del campo coloquen a 5 psicólogos y piensen que esos 5 tienen que encargarse de cuidar de la salud mental de todo ese estadio, teniendo en cuenta que 1 de cada 2 personas que están ahí sentadas, van a tener un trastorno mental en algún punto de su vida”.
En este contexto, la Inteligencia Artificial se postula como una herramienta primordial para promover una salud mental de precisión, con decisiones basadas en datos que optimicen la eficacia y la accesibilidad de los tratamientos psicológicos. Una realidad que en la conferencia inaugural de las jornadas de “Inteligencia Artificial y Psicología” de la Universidad Europea ha explorado cómo la IA se encuentra revolucionando el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales, así como algunas cautelas y ciertas limitaciones a considerar de cara a la regulación de la Inteligencia Artificial en los sistemas sanitarios.
Justamente, Pablo Roca ha sido el encargado de dar luz sobre este campo, quien señala, “En psicología existe una brecha tecnológica notoria sobre cómo se está implementando la tecnología en nuestra disciplina en comparación con otras áreas de la salud”.
Cabe aclarar que, según el experto, la Inteligencia Artificial tiene la capacidad de poder ayudar al psicólogo en la evaluación y la monitorización de los pacientes, los procesos de toma de decisiones clínicas y en la personalización de tratamientos. Además, esta herramienta tiene la posibilidad de facilitar el proceso del emparejamiento paciente-profesional, debido a que, cada profesional puede ser más eficaz para unos pacientes que para otros y esta tarea de hallar el profesional apropiado puede resultar desmotivadora para los pacientes.
Terapia mixta
En esta ponencia también se ha hecho referencia a la terapia mixta. La misma consiste en una serie de procesos terapéuticos donde, además de las sesiones con el profesional, los pacientes tienen a su disposición una serie de tratamientos online y herramientas digitales, científicamente validadas, que tienen la capacidad de poder usar en su día a día, acelerando el proceso del tratamiento. Según datos obtenidos sobre este tipo de terapia, el tiempo de tratamiento se ve disminuido hasta en un 42%.
Psicólogos de datos
Cristina Pérez, quien es científica de datos y doctorada en IA aplicada a la detección temprana del Burnout, en su ponencia titulada; “¿Es posible predecir el burnout con Inteligencia Artificial? Desafíos y soluciones”, hizo referencia a los psicólogos de datos. Este perfil resulta realmente vital en la incorporación de la IA al mercado laboral debido a que, según señala la experta, lo que diferencia de la Inteligencia Artificial a los psicólogos es la metacognición. Esta tiene la capacidad de poder ayudar a procesar grandes cantidades de datos, ayuda a identificar las tendencias y a desarrollar intervenciones más efectivas.
Además, Pérez asegura “La terapia tradicional va a seguir existiendo, aunque la Inteligencia Artificial va a ayudar a los profesionales a poder predecir mejor”.
Aunque advierte que lo que diga la Inteligencia Artificial (IA) no va a misa y que al final son los psicólogos quienes poseen el juicio de valor.
