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¿Como cambia la tecnología nuestra relación con la salud?

ChatGPT una herramienta complementaria en el sector salud.

¿Cómo cambia la tecnología nuestra relación con la salud? Para poder responder a esta interrogante, es necesario señalar algunos datos importantes, entre ellos, los de Katie Sarvela quien estaba sentada en su habitación en Nikiksi, Alaska, encima de una colcha cuando ingresó algunos de sus primeros síntomas en ChatGPT. Los que recuerda haberle descrito al chatbot incluyen la sensación de que la mitad de su cara estaba en llamas, luego, a veces, entumecimiento, su piel se sentía húmeda cuando no estaba mojada y ceguera nocturna. Claramente el chatbot le respondió que no era un médico y que no podía diagnosticarla, pero, no solo comento eso, sin embargo, ¿Qué tiene esto de importante? A continuación lo mencionaremos.

 

ChatGPT llegó a una conclusión correcta

 

“Por supuesto que me dio el mensaje No soy médico, no puedo diagnosticarte”, comentó Sarvela. Pero entonces; la esclerosis múltiple. Una enfermedad autoinmune que ataca al sistema nervioso central.

 

Sarvela, que ahora tiene 32 años, comenzó a experimentar síntomas de EM cuando tenía poco más de 20 años. Poco a poco llegó a sospechar que se trataba de EM, sin embargo, todavía necesitaba otra resonancia magnética y una punción lumbar para confirmar lo que ella y su médico sospechaban. Aunque no fue un diagnóstico, la manera en que ChatGPT llegó a la conclusión correcta la sorprendió a ella y a su neurólogo, según comentó Sarvela.

 

La manera en que tiene la capacidad de poder sintetizar información rápidamente y personalizar los resultados sienta el precedente establecido por el “Dr. Google”, término del investigador que describe el acto de las personas que buscan sus síntomas en línea antes de consultar a un médico. Frecuentemente lo denominamos “autodiagnóstico”.

 

Para personas como Sarvela por ejemplo, que han vivido durante años con síntomas misteriosos antes de obtener un diagnóstico apropiado, tener una búsqueda más personalizada para intercambiar ideas puede ayudar a ahorrar un tiempo precioso en un sistema de atención médica donde los largos tiempos de espera, así como la falta de atención médica y los posibles sesgos en la atención y las brechas de comunicación entre médico y paciente provocan años de frustración.

 

Sin embargo, si hay algo importante que señalar es que, darle a una herramienta o nueva tecnología (como este espejo mágico o cualquiera de las otras herramientas de IA que surgieron del CES de este año) cualquier grado de poder sobre su salud, posee riesgos. Una gran limitación de ChatGPT, en particular, es la posibilidad de que la información que presenta sea inventada (lo que frecuentemente se le denomina “alucinación”), lo que podría tener consecuencias peligrosas si lo toman como un consejo médico sin consultar a un médico. Pero, según el Dr. Karim Hanna, jefe de medicina familiar del Hospital General de Tampa y director del programa de residencia en medicina familiar de la Universidad del Sur de Florida, no hay competencia entre el poder de ChatGPT y la búsqueda de Google cuando se trata de poder de diagnóstico. Se encuentra enseñando a los residentes cómo usar ChatGPT como herramienta. Y aunque no reemplazará la necesidad de médicos, cree que los chatbots son algo que los pacientes también podrían usar.

 

Hanna comentó que los pacientes han estado usando Google durante mucho tiempo y que Google es una búsqueda, al mismo tiempo que señaló que esto, refiriéndose a ChatGPT, “es mucho más que una búsqueda”.

 

Entonces ¿es realmente malo el autodiagnóstico?

 

Según se ha podido conocer, existe una lista de advertencias que debe tener en cuenta cuando se sumerge en la madriguera de buscar en Google un nuevo dolor, un sarpullido, un síntoma o afección que vió en un video de las redes sociales. O, ahora, mostrar los síntomas en ChatGPT.

 

La primera es que no toda la información de salud es igual; existe una diferencia entre la información publicada por una fuente médica primaria como Johns Hopkins y el canal de YouTube de alguien, por ejemplo. Otra, es la posibilidad de que usted pueda llegar a desarrollar “cibercondría” o ansiedad por hallar información que no sea útil, por ejemplo, diagnosticarse un tumor cerebral cuando su dolor de cabeza posiblemente se debe a la deshidratación u otro.

 

Incluso, podría decirse que la mayor advertencia sería el riesgo de información falsa y tranquilizadora. Es posible que haya pasado por alto algo grave porque buscó en línea y llegó a la conclusión de que no es gran cosa, sin ni siquiera consultar a un médico de verdad. Es crucial resaltar que “autodiagnosticarse” con una condición de salud mental puede llegar a generar todavía más limitaciones, dada la dificultad inherente de traducir procesos mentales o experiencias subjetivas en una condición de salud tratable. Y tomar algo tan sensible como información sobre medicamentos de ChatGPT, con la salvedad de que los chatbots alucinan, podría ser especialmente peligroso.

 

Dicho todo esto, consultar al Dr. Google (o ChatGPT) para obtener información general no es necesariamente algo malo, esencialmente si se considera que estar mejor informado sobre su salud es en gran medida algo  bueno, siempre y cuando no deje de hacerlo con una simple búsqueda en Internet. De hecho, investigadores europeos descubrieron en el año de 2017 que, de las personas que informaron haber realizado búsquedas en línea antes de su cita con el médico, alrededor de la mitad todavía acudía al médico. Y cuanto más frecuentemente la gente consultaba Internet para quejas concretas, más probable era que se sintieran tranquilos.

 

Así mismo, una encuesta de 2022 de PocketHealth, encontró que las personas que son lo que ellos denominan “pacientes informados” en la encuesta obtienen su información de salud de una variedad de fuentes entre ellas; médicos, Internet, así como artículos y comunidades en línea. Cerca del 83% de estos pacientes informaron que confiaban en su médico y alrededor del 74% informaron que dependían de investigaciones en Internet. Cabe destacar que la encuesta fue pequeña y se limitó a los clientes de PocketHealth, sin embargo, sugiere que pueden coexistir múltiples flujos de información.

 

Ante todo esto; ¿Cómo utilizan los médicos la IA?

 

Una investigación publicada en el Journal of Medical Internet Research analizó la precisión de ChatGPT al momento de “autodiagnosticar” 5 afecciones ortopédicas diferentes (túnel carpiano y algunas otras). Reveló que el chatbot era “inconsistente” en sus diagnósticos, y durante un período de 5 días de interpretación de las preguntas que los investigadores le formularon, acertó en todo momento en el túnel carpiano, pero en la mielopatía cervical, más rara, tan solo el 4% de las veces. Incluso, tampoco era consistente día a día con la misma pregunta, lo que quiere decir que corren el riesgo de obtener una respuesta diferente al mismo problema por el que acudieron a un chatbot. Los autores del estudio razonaron que ChatGPT es un “primer paso potencial” para la atención médica, pero, que no puede considerarse una fuente confiable de un diagnóstico preciso.

 

Este y otros hallazgos, resume la opinión de algunos médicos quienes ven el valor de ChatGPT como una herramienta de diagnóstico complementaria, en vez de un reemplazo de los médicos o un diagnóstico real.

 

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