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A veces llegan cartas

Desde hace unos días el profesor Jiménez renunció abriendo una polémica sobre la “mediocridad” de sus estudiantes y…

Desde hace unos días el profesor Jiménez renunció abriendo una polémica sobre la “mediocridad” de sus estudiantes y su inabilidad (la de ellos) de leer, hacer un resumen entre otras “ineptitudes”. El profesor reconoce su incapacidad de usar herramientas básicas como PowerPoint, entre otros asuntos.

Hace un año, la Revista Arcadia también levantó polémica al criticar la calidad de la educación que se recibía en las facultades de comunicación.

Hace un par de años, si la memoria no me falla, el hoy ministro de hacienda, en ese entonces decano de la facultad de economía de la Universidad de los Andes se quejaba de la falta de criterio de sus estudiantes, de su incapacidad de debatir, discentir y se preguntaba el profesor Echeverri en qué momento de su educación los estudiantes debían aprender ese tipo de habilidades.

Así las cosas, los empresarios del mundo (y las universidades del mundo) creen que los graduandos de colegios y universidades no están preparados para enfrentar los retos del trabajo y de la globalización. ¿Entonces qué hacer? Quién es el responsable?  A veces da la impresión que es un duelo de titanes al que se enfrenta el sistema educativo y la sociedad en general, o entre niveles educativos. ¿Debemos aprender a hacer resumenes en la universidad o en el colegio?

Lo primero que hay que hacer es dejar de vivir en el mundo de la nostalgia. Los cambios tecnológicos llegan para quedarse. Eso lo sabemos todos y sus impactos son en general positivos. La tecnología si pone el mundo al alcance de todos. Bueno, está bien de casi todos. La tecnología ofrece unas posibilidades pedagógicas únicas. En el caso del profesor Jiménez se puede pedir un resumen de cualquier cosa o se puede pedir resumir en 140 carácteres la noticia. ¿Quién se le mide? Millones de trinadores se le miden todos los días a contar sus vidas, a protestar, a conversar a decir en 140 carácteres lo que consideran (consideramos) relevante.

¿Entonces cuáles son las habilidades que necesitan los estudiantes hoy, que necesitamos los profesionales hoy para tener un empleo decente, una vida rica de emociones y de cosas nuevas y sobre todo para construir un mundo mejor?

Una bloguera de la revista Forbes retomó ese tema precisamente ayer; ella argumenta, como tantos otros incluidos sus lectores primarios (los empleadores) y algunos teóricos y prácticos del tema, que los gerentes del siglo XXI deben tener competencias que se resumen en las cuatro Cs por sus siglas en inglés. Yo he argumentado en este blog que los estudiantes deben adquirir esas habilidades y los maestros deben promoverlas por haberlas adquirido previamente.

¿Cuáles son esas habilidades?

  1. Pensamiento crítico y resolución de problemas: El pensamiento crítico de acuerdo a Wikipedia (segunda fuente de información de mi vida después de Google) es:  el proceso de cuestionar los supuestos. Muchos maestros usamos la taxonomía de Bloom para establecer qué habilidades de pensamiento crítico queremos que los estudiantes adquieran. Por ejemplo dice esta teoría que un resumen es una actividad para mostrar comprensión de un texto. Otras actividades dentro de la misma categoría de comprensión puede ser pintar una caricatura. Usando herramientas de “nativos digitales” podemos escribir 140 carácteres en Twitter o una entrada de blog  dependiendo de los objetivos pedagógicos y de aprendizaje. En cuanto a la resolución de problemas, pues una actividad podría ser corregir un resumen mal hecho. Primero tendríamos que saber cuáles son las reglas de un resumen bien hecho. Los estudiantes podrían proponer algunas, por ejemplo. 
  2. Habilidades de comunicación: Sin ahondar en definiciones académicas o de Wikipedia. Comunicarse adecuadamente está de moda desde la época de las cavernas pasando por los egipcios y un señor Sócrates y llegando a otros maestros famosos como los que nos inspiraron o inspiran cada día. Y les dejo la última presentación de Jobs, si el de Apple, [youtube x6TZ_hAKQvQ nolink]
    Jobs ha sido reconocido por muchos, incluida la revista americana de negocios Business Week como uno de los grandes comunicadores de este siglo que hace un reconocimiento al invitarnos a emular a Jobs en este artículo
  3. Habilidad de trabajo colaborativo: El que no sabe trabajar en grupo pierde. Confieso que aprendí de la peor manera posible a trabajar en grupo pero es una habilidad que cuando uno la adquiere agrega valor como dicen los entendidos. Trabajar en equipo con personas distintas a uno, de color diferente, de culturas dísimiles es una experiencia enriquecedora per sé y además genera valor. Una situación ganadora. La tecnología ofrece infinitas herramientas para hacer eso, muchas gratuitas y todas fáciles de usar. Escribí sobre eso acá. Y además este blog, por ejemplo, no sería posible sin herramientas como WordPress que permite escribir desde cualquier lugar del mundo incluido Miami y sus playas donde resido o sin herramientas Skype que me deja comunicarme con los editores o sin Facebook donde me reconecté con Andrés Waldraff quien me invitó a participar en el mismo.
  4. Creatividad y habilidades de innovar: Esas son más dificiles de aprender pero no imposibles. Les dejo un video del maravilloso Ken Robinson sobre el asunto de la creatividad.
Yo agregaría un quinto que la bloguera de marras deja implícito: es la habilidad de aprender a aprender para no dejar de aprender. En realidad, debemos estar dispuestos a aprender cosas nuevas todos los días, para progresar como personas, como profesionales o como miembros de esta aldea global a la que pertenecemos todos.
Y entre quien es más mediocre si algunos profesores o algunos estudiantes que entré el diablo y escoja. Pero si la idea del debate es que lleve a pensar sobre qué tipo de educación reciben los nativos digitales y los que somos digitales pero un poco más viejos. Bienvenida sea la invitación y que el debate de resultados para que no nos quedemos todos como el Coronel esperando cartas.
No me podía ir sin dejarlos con esta bellísima historia contada por Gabo en palabras y por Ribstein en imágenes  por aquello que de las cartas que llegan y sobretodo las que no.
PD: Y la saga continua:
  • Un periodista confiesa que para ejercer su oficio no se necesita hacer resúmenes ni leer.
  • Una estudiante le refuta magistralmente al profesor Jiménez 
  • Otro profesor le refuta a la estudiante.
Y mientras tanto en el Salón de la Justicia: Todos trinan y nadie propone o ¿si?

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