Si que he escrito este nombre mal, muchas veces, incluso en medios especializados, ha pasado que mucha gente les dice “Galaxy Buds Pro 2” y eso no es cierto, ¿La razón? No se trata de la evolución de los Buds Pro, se trata de una propuesta sobre el diseño, escala de sonido y experiencia de los Buds 2. Lo que a mi, personalmente no me molesta para nada, creo que los Buds 2 son mucho mejores que los Buds Pro (aunque en papel no debería ser así) e incluso en varias mediciones (hablaremos del tema más adelante), ranquean con un sonido más natural que otras ofertas más costosas del mercado.
Teniendo eso claro, hablemos de los Buds 2 Pro. He de confesar algo, hasta la llegada de estos mis Buds favoritos eran los Buds Live, pero eso es literalmente un gusto adquirido. El lío con los Live es que su diseño hacia que, si a uno le entraban bien en el oído, nunca quería usar nada más, pero, sino era el caso, no estaban a la altura de otras ofertas del mercado. Por suerte, a mi me ajustaban bien pero no son para todo el mundo. Los Buds 2 Pro de verdad se sienten diferentes a lo que venía haciendo Samsung, no un punto aparte, pero claramente hay una diferencia.
La objetividad en lo subjetivo
¿Por qué creía que sonaban distinto?, ¿Qué hay de diferentes en ellos?, debía haber una respuesta objetiva del tema ya que, para mí, lo más importante es el sonido y de hecho, de eso se trata esta reseña, no la calidad de los materiales, no si se emparejan fácil con el teléfono (sí lo hacen) o con el ecosistema, no si cargan rápido o no, no si “son cool” o no. Nos vamos a enfocar en el puro y diáfano sonido. ¿Suenan bien o no?
Comencé a investigar, ¿Hay forma de ponerle objetividad a algo subjetivo como el sonido? La verdad es que sí. Lo primero que encontré es que hay una comunidad y cultura audiófila inmensa, que tiene sus propios valores, códigos y marcas. Usualmente desprecian las marcas más vendidas, pero a la vez no viven en una cueva y tienen claro el poder y tamaño de mercado de los audífonos Bluetooth. En este caso mi sorpresa fue amplia, ya que, a los Buds 2 Pro los tienen en alta estima
Curvas y Bits
El oído humano tiene límites. No importa cuántas cosas les pongan a los audífonos hay frecuencias que simplemente, no podemos escuchar. Sin embargo, tal cual como en el mundo de la fotografía, la inteligencia artificial se hace presente y toma decisiones basadas en los gustos de una mayoría. Es por eso que, muchas cámaras de celulares suavizan la piel quieran o no o exageran con el HDR, intentan iluminarlo todo sin importar o no si vivimos en un mundo con sombras.
En el mundo del sonido pasa más o menos lo mismo. La música actual se obsesionó con los bajos. Hip Hop, Reguetton, Pop, simple y llanamente llenaron el mundo y las emisoras de sonidos bajos, densos y que favorecen propuestas como los Beats Audio y en cierta medida los AirPods. Sin embargo: la Salsa, la música clásica, el Rock presentan un rango mucho más dinámico de sonidos, ¿existe algo como el sonido tal cuál es, sin distorsiones? De hecho, sí, hay varias curvas que describen cómo debe sonar algo, la más conocida, la Curva Harman.
Si el nombre les suena conocido, es que se trata de Harman, la empresa dueña de Harman Kardon ( y otras tantas empresas de sonido) y que Samsung compró hace unos años, de ahí que, todos los Galaxy Buds digan “Sound by AKG”. Lo que describe la curva es todo el rango de frecuencias que no solo percibe el oído humano; sino que se acercan a lo que puede ser llamado “sonido fiel”. Si bien hay otras curvas y de hecho ha habido críticas a la curva Harman, su lógica simples es que, entre más se acerque el sonido de un dispositivo a esa curva mayor cantidad de rangos entregará y por consiguiente dará un sonido más fiel y agradable a la gran mayoría de personas.
¿Cómo ranqueraron los Buds 2 Pro en esta escala? Muy bien, de hecho, medios especializados como Crincale.com (la base de datos más grande del mundo en temas de sonidos y audífonos), los nombraron “los mejores True Wirelees del mercado”, basados puramente en su cancelación activa de ruido y sonido entregado. Simplemente, los mejores.
Ahora, dejemos algo claro, son unos True Wireless, lo que quiere decir que no hay cable ¿Cómo logran este rango de sonido? Combinando dos tecnologías. El sonido de 24 bits y el códec SSC HiFi.
Los 24 bits hacen referencia la cantidad de divisiones en una onda de sonido. Guardando la diferencia, son como los megapíxeles en una cámara, entre más haya, mayor información capta el sensor. Acá es igual, entre más bits existan por onda mayor cantidad de divisiones hay en la misma y por consiguiente mayor cantidad de matices existen.
Pero al igual que con la cámara, no se trata solo de fuerza bruta sino, de cómo la procesa y la entrega al usuario, es ahí donde el códec SSC HiFi entra a jugar y lo que hace es que lidia con todo este flujo de información, hace que lo reciban los procesadores de los Buds 2 Pro y lo entreguen con alta calidad a quien escucha. He de decir que en este aparte, Android se lleva mal a iOS que sigue con unos códecs de hace mil años y que demanda audífonos cada vez más caros.
No olvidemos que la curva Harman evalúa todo el rango de sonidos que percibe el oído, lo que quiere decir que, si los Buds 2 Pro se acercan a los valores ideales de esta, no solo son fieles al sonido; sino versátiles. Desde Bad Bunny hasta Axel Rose, pasando por el Gran Combo hasta Vivaldi, los Buds 2 Pro, simplemente suenan bien.
Y esta es la respuesta, muy ñoña, muy técnica y que aún admite mucha más discusión claro, a la pregunta que hacía al principio ¿Qué hace a los Buds 2 Pro diferentes?.
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Andrés Felipe Sánchez
