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Hace unos días tuve la oportunidad de estar en la presentación que James Canton dio en el marco del Foro de Líderes Empresariales en Bogotá (gran evento, by the way). Canton – @FutureGuru en Twitter – es uno de líderes mundiales en temas relacionados con la Revolución Digital y Tecnológica que estamos viviendo y en preparar compañías y gobiernos para el futuro.
Su charla fue alucinante. Estuvo llena de información que para aquellos que somos apasionados de la tecnología no es nueva pero fue presentada en un contexto muy de negocios, de preparación para afrontar esa disrupción, de prepararnos para un futuro que está cada vez más cerca.
Mientras lo oía hablar miraba alrededor y me sorprendía al ver a Presidentes, Directores y Ejecutivos de Alto Nivel de las principales compañías del país perdidos, estupefactos, dudando de la veracidad (o por lo menos del timing) de lo que Canton presentaba.
Sus caras, sus ojos – incrédulos – parecían decir “pero eso es en Estados Unidos porque acá estamos lejos de que ocurra“, algo que oigo en mis propias charlas sobre Disrupción Digital, o cuando me siento con mis clientes a hablar de cómo la tecnología es un habilitador (más no la solución) de cambio y crecimiento, e incluso cuando hablo de Ciudadanía Digital con los padres de niños que como ellos mismos dicen “ya nacieron con el chip“.
Y ese, he llegado a entender, es el verdadero reto de la Transformación Digital.
Luchar contra el corto-placismo de nuestra cultura, contra el status quo que no nos deja ver más allá de la política, de la “paz”, de la reforma tributaria y del fútbol. Luchar contra el analfabetismo digital de quienes aún toman las decisiones.
Porque para poder hablar de Transformación Digital (algo de lo que Andrés ha escrito mucho en estos días) hay que creer y entender qué es Transformación Digital, qué se puede lograr, qué pasará si no la afrontamos y – sobre todo – por donde arrancar.
Y ahí, lamentablemente, aún estamos en pañales. El reto pues, es educar, enseñar, mostrar las alternativas y los beneficios (y los riesgos de no hacerlo), elevar el nivel de la conversación al interior de nuestras empresas, de nuestras familias, de nuestra sociedad.
No en aras de vender producto, como lo hacen los fabricantes de software, sino con el firme propósito de sacarnos del subdesarrollo mental que no nos deja entender que los próximos 10 años traerán más transformación a nuestra sociedad, a nuestras industrias y a nuestras vidas que la que hemos visto en los 30 años anteriores.
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Al final de la charla tuve la oportunidad de hablar con Canton sobre los trabajos del futuro cercano y sobre recomendaciones para líderes en América Latina que quieren preparar sus negocios / países para el futuro. Acá está el video: