Hace 35 años se inicio la conversación entre tecnología y educación. Muchas de las grandes innovaciones tecnológicas pasaron y pasan en las universidades. Pero, fue hace 35 años cuando la tecnología empezó a aparecer en las aulas de clase de las escuelas y colegios.
Me encontré un artículo muy interesante sobre las predicciones de la educación y la tecnología en la educación. Me pareció interesante porque en 1985, los que participaban de la discusión se preocupaban exactamente de los mismo de lo que nos preocupamos hoy. Y por eso 35 años no son nada.
- Igualdad de género: ¿Cómo hacer que más niñas se interesan por usar los computadores?
- Equidad social: ¿Cómo romper la brecha de los que pueden acceder o no computadores, en la escuela y en sus hogares?
- ¿Se volverán los niños anti sociales por usar demasiado la computadora?
- ¿Reemplazarán las computadoras a los maestros?
- ¿Dónde deben ir las computadoras en un salón de uso exclusivo o en cada aula?
- ¿Son los computadores muy abstractos para los niños?
- ¿Usar tecnología mejora el aprendizaje? Se puede probar?
- ¿Van o deben los computadores reemplazar los libros de papel?
- ¿Va/debe la tecnología reemplazar habilidades “básicas” como caligrafía y aritmética?
- ¿Van los maestros a adoptar la tecnología completamente dentro de su práctica?
- ¿Debe integrarse la tecnología en el curriculum desde la administración o deben ser los maestros los encargados de integrarla individualmente a su práctica?
- ¿Cómo se decide cual “hardware” adquirir cuando sus características cambian tan seguido?
- ¿Es el “software” existente “bueno’?
- ¿Necesitamos estándares nacionales y si es del caso en que consisten?
- ¿Cuando hay restricciones presupuestales, son las inversiones en tecnología necesarias?
Quince preguntas que hoy como hace 35 años siguen válidas. Todavía nos las hacemos los que estamos involucrados en el tema. Y hoy como hace 35 años, los padres, los maestros y los administradores de la educación no tienen respuestas.
Muchas cosas han cambiado. Por supuesto que si. Pero las preguntas siguen siendo las mismas porque fundamentalmente estamos hablando de lo mismo:
¿Como tener un sistema educativo que prepare a los niños y a las niñas para ser ciudadanos de bien?
