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Zero Click Search: El lado oscuro que desangra a los creadores!

Las zero click searches se han convertido en una forma común y conveniente de obtener respuestas rápidas desde los motores de búsqueda.

Hoy en día, muchos usuarios no quieren hacer clic en enlaces, abrir páginas, leer párrafos. Esperan todo —ya— en la misma pantalla. Y los motores de búsqueda lo saben. Por eso, las llamadas zero click searches (búsquedas sin clic) han ganado protagonismo. Este modelo, que entrega la respuesta directamente en la página de resultados sin necesidad de que el usuario acceda a un sitio externo, lo cual, en apariencia es eficiente, cómodo y —aparentemente— hasta cierto punto ideal para el navegante.

El fenómeno de las zero click searches no solo plantea un dilema económico para los medios y creadores de contenidos, sino también un reto de calidad informativa. Muchos de estos resultados instantáneos —en especial los generados por inteligencia artificial como GenAI— pueden ofrecer respuestas rápidas pero sin el contexto, la profundidad o la verificación que caracterizan al buen periodismo. Aún más preocupante: estas respuestas automatizadas pueden contener errores, tergiversaciones o incluso alucinaciones (afirmaciones inventadas que suenan plausibles), lo que expone a los usuarios a información errónea sin que siquiera lo noten.

Cuando el clic desaparece, también lo hace el acceso a la fuente original, al contexto completo, y a la posibilidad de contrastar puntos de vista. El usuario se queda con una “verdad” simplificada y potencialmente defectuosa, lo cual debilita el criterio y fomenta una navegación más pasiva y menos crítica.

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Qué son las Zero Click Searches

Cuando se busca en Google “hora en Bogotá” o “cuántos años tiene Messi”, el buscador puede no llevar al usuario a un sitio web, muchas veces da la respuesta directamente. Esto se denomina como “zero click search”. Se estima que más del 50% de las búsquedas hoy no generan ningún clic hacia sitios externos. El buscador absorbe el tráfico, mantiene al usuario en su ecosistema, y a cambio, las fuentes de información pierden visibilidad, ingresos publicitarios y, eventualmente, su razón de ser.

Una comodidad con costo invisible

Para el usuario promedio, esta experiencia es positiva: menos tiempo, menos distracciones, más eficiencia. Pero para los creadores de contenido —desde medios de comunicación hasta bloggers, investigadores y educadores— representa una amenaza existencial. Su trabajo, que requiere inversión en tiempo, análisis y producción, es capturado y mostrado por un algoritmo que no comparte ni audiencia ni compensación.

Esto crea un ecosistema perverso: los medios necesitan tráfico para sobrevivir, y ese tráfico depende, en gran parte, de aparecer en motores de búsqueda. Pero si la plataforma entrega la respuesta antes de que el usuario haga clic, el contenido se consume sin que el creador vea beneficio alguno. Es como asistir a un restaurante, comerse una muestra gratis en la puerta, y salir satisfecho sin pagar.

¿Quién Gana en Este Modelo?

Las grandes plataformas como Microsoft, Google y similares tecnológicas, sin duda. Se posicionan como “fuentes de verdad” mientras se nutren de la información producida por otros. Y, aunque algunas argumentan que visibilizan el contenido de forma indirecta, la realidad es que muchas veces los usuarios no llegan a saber qué medio originó la información. La autoría se diluye, y con ella, el valor de la marca, la confianza en la fuente y el reconocimiento a la labor periodística.

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¿Hay Salida?

El equilibrio entre la conveniencia de los zero click searches y la sostenibilidad de los medios es difícil, pero no imposible. Para alcanzarlo, se requieren cambios estructurales y conciencia colectiva. En primer lugar, las plataformas tecnológicas deben asumir mayor responsabilidad ofreciendo transparencia sobre el origen del contenido que muestran directamente en sus respuestas. Es esencial que el usuario sepa qué parte del texto proviene de una fuente confiable y que haya una atribución clara y visible.

Además, urge establecer modelos de compensación justos para los medios y creadores de contenido cuyos artículos son utilizados como base para estas respuestas instantáneas. Si sus contenidos alimentan los sistemas de IA o resúmenes automáticos, es razonable que reciban una retribución adecuada que garantice su sostenibilidad.

Del lado de los usuarios, la alfabetización digital debe fortalecerse. Comprender cómo se construyen las respuestas en línea, por qué es importante visitar las fuentes y cómo apoyar activamente a medios responsables es un paso crucial para preservar una web abierta y plural.

Finalmente, desde nuestro lado, como medios también deben adaptarse. Explorar nuevas formas de distribución más allá del buscador, invertir en experiencias directas con sus comunidades y diversificar sus modelos de ingreso puede ser la clave para sobrevivir —y prosperar— en esta nueva era de consumo digital instantáneo.

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