El 5G será transformativo. Transformará nuestros negocios, transformará nuestro trabajo, transformará nuestras vidas y nuestra economía.
Y lo hará no sólo porque “es más rápido” que el internet que tenemos hoy. Lo hará porque es más eficiente y porque disminuye el consumo de energía. Lo hará porque permitirá que conectemos 100 veces más dispositivos en un misma antena, porque podremos enviar hasta 50% más datos en la misma onda (sin que se pierda un solo bit) y porque su velocidad de respuesta será casi la misma que tenemos entre nuestro cerebro y nuestras extremidades. Lo hará porque generará un cambio de paradigma casi tan grande como el que generó la incorporación de la energía eléctrica al proceso productivo en la 2da Revolución Industrial.
Y es que mientras la mayoría de los casos de uso del 4G estaban enfocados en el usuario final y en el mercado de consumo, el real impacto del 5G lo veremos en la industria, en el comercio, en los negocios, en el trabajo. El 5G será el catalizador de la 4ta Revolución Industrial y de muchas de las tecnologías transformativas de las que hemos venido hablando por años.
La velocidad a la que se está adoptando el 5G en el planeta es impresionante: en menos de 1 año el número de usuarios ha crecido 2x, el número de redes 4x y el número de dispositivos compatibles 3x. Comparado con el deployment de redes 4G en su momento el despliegue de redes 5g va, como diríamos en Colombia, volando! Bueno, a menos que usted mire América Latina.
Salvo Brazil y Uruguay todos los países de la región estamos en veremos
Y lo estamos por una mezcla de presión burocrática de parte de algunos operadores regionales (uno que está vendiendo la operación de América Latina y lo que menos necesita es “gastar” plata que le impactará su valoración y otro porque ha invertido recientemente en redes 4G para ampliar cobertura) + otros cuantos más que siguen sin entender que el negocio de 5G no es seguir vendiendo minutos y planes de datos sino transformar su negocio hacia uno de consultoría en Transformación Digital de empresas en industrias en las que se especialicen + una falta de entendimiento del real impacto que puede tener esta tecnología en la economía de parte de reguladores y políticos de turno que aún le están dando vueltas a cómo valorar el espectro + algo de incertidumbre política y, en el caso de Colombia, bueno el foco de ver cómo el MinTIC recupera la mayor parte de los $ 70 mil millones de dólares que se abudinearon el año pasado (utilice usted su propia definición del abudinear querido lector para que la experiencia de este artículo sea más personal) antes del cambio de gobierno.
Lo cierto es que mientras en China hay más de 518 millones de usuarios conectados a 5G y en Europa y Estados Unidos ya vemos implementaciones reales, en América Latina el tema sigue sin despegar y esto generará, sin duda alguna, un crecimiento en la brecha digital que terminará afectando, aún más, nuestras economías relegándonos a modelos productivos y económicos de comienzos del Siglo XX en un momento -el de las post-pandemia- en el que lo que necesitamos es dar un salto cuántico para convertirnos en un jugar interesante en el nuevo orden mundial.