Siempre me he preguntado porque algunas personas, al comprar un computador, preguntan por el tamaño del disco duro. Desde mi perspectiva, uno debería mantener un mínimo de información en el disco duro interno de su computador. El sistema operativo y las aplicaciones van claramente allí, pero los documentos de trabajo, música, vídeos, fotografías, etc., deberían estar alojadas en un disco duro externo. Esto facilitaría migrar a un nuevo computador, cambiar de sistema operativo, recuperarse de un problema de disco, etc…
Con esto en mente alguna vez fuí a Fry’s Electronics de Palo Alto (es un almacén legendario de electrónicos, donde se reúnen los geeks de Silicon Valley), y me encontré con un producto que me llamó la atención. Se trataba de una Buffalo Linkstation, un producto relativamente obscuro (hablamos del año 2003), cuya promesa de venta era poner mis archivos disponibles en la red y accesibles desde cualquier computador de mi casa. En aquel momento tenía un desktop PC en mi casa y la empresa donde trabajaba me había asignado un laptop IBM. La idea de poder ver mis archivos desde cualquiera de los dos computadores sin tener que conectar ni poner archivos personales en el computador era muy atractiva. Sobra decir que compré el dispositivo, que he tenido en mi poder (aún funciona aunque ya no lo uso) desde entonces. Ahí nació mi cariño por las NAS.
NAS es un acrónimo de Network-Attached-Storage (almacenamiento conectado a la red) y no es un invento reciente, aunque solo ha empezado a popularizarse entre los conocedores recientemente. Se trata usualmente de un computador muy simple, que corre alguna versión minimalista de Linux y cuyo único propósito es proveer funcionalidad para almacenar archivos. Para el usuario, generalmente no es nada diferente a conectarse a la red y allí aparece su NAS flamante y lista para recibir archivos. Los usuarios de windows pueden mapear su explorer a alguna letra (no se porque casi siempre se usa la F://, se vale usar cualquiera), los de linux o Mac o encontramos por el nombre del directorio en la red.
Versiones mas recientes de las NAS permiten crear diferentes directorios para segregar la información ya sea por usuario, o por sistema operativo. También se pueden crear usuarios con clave de manera que se pueda restringir el acceso a ciertos directorios solo a algunas personas. Configuradas en combinación con un router, abriendo algunos puertos, es posible también acceder a su información a través de internet desde cualquier lugar del mundo. Finalmente, la cultura hacker ha tomado estos dispositivos como sus hijos preferidos y los ha modificado, para que además funcionen como servidores de bittorrent y hagan tareas de bajo poder sin necesidad de mantener sus computadores encendidos, son en esencia servidores caseros de bajo poder. La configuración generalmente se realiza a través de una interface web, sin necesidad de conectar ni pantalla ni teclado a su NAS.
Yo cambié mi NAS original por una Buffalo Terastation en el año 2006 (aún la uso, aunque estoy a punto de hacer upgrade) cuya ventaja es que ademas de la funcionalidad explicada anteriormente, soporta RAID. RAID (redundant array of independent disks) es en esencia una tecnología de almacenamiento que permite usar varios discos como si fuera uno solo. Dependiendo de la versión de RAID que se use, se puede lograr un rendimiento superior (para aplicaciones que necesitan acceder la información de manera intensiva) o se puede lograr mayor seguridad en la información manteniendo múltiples copias de cada archivo a través de los discos (aunque se ve como uno solo) de manera que si un disco se daña, la información sigue disponible y segura. Esta tecnología me salvó de perder información en un reciente caso curioso de múltiples discos dañados en cuestion de un par de semanas.
Tengo la intención de comprar una nueva NAS, inicialmente para aumentar mi capacidad de almacenamiento, aprovechando la seguridad de la tecnología RAID, pero también para aprovechar algunas mejoras en el soporte de nuevos sistemas operativos. Con un poco de trabajo en la configuración, una NAS es la máquina ideal para mantener backups externos de su información, inclusive en sitios remotos (como la finca o la casa de sus padres), pues se trata de equipos que requieren muy poco mantenimiento, que no hacen mayor ruido y que consumen muy poca energía. Yo he usado siempre NAS marca Buffalo, pero mi upgrade muy posiblemente será a un Drobo (como el de la foto principal de este artículo). Otras buenas marcas para revisar son Netgear y D-Link. En la reciente entrevista que hicimos a Marcela Perilla, ella nos hizo una recomendación de un producto Dell. Otra excelente opción es usar un computador viejo, convirtiéndolo en una NAS usando FreeNAS, un software absolutamente gratuito disponible en la red.