Un mes con el Galaxy Z Flip 7: Doblando las apuestas

El Samsung Galaxy Z Flip 7 ya es un producto maduro!

En un mundo de aburridos monolitos, todos iguales, hay teléfonos que llegan para generar controversia y luego está el Galaxy Z Flip 7, que literalmente se dobla para hacerlo. Desde que Samsung lanzó su nueva generación de plegables, muchos colombianos han estado mirando de reojo ese tipo de diseño, preguntándose: ¿vale la pena? ¿Ya maduró esta tecnología o sigue siendo más show que funcionalidad?
Pues bien, tras un mes completo de uso diario, en calles, cafés, oficinas y días de lluvia, aquí va una reseña directa  y sin rodeos sobre lo bueno, lo regular y lo que todavía hay que pensar dos veces antes de entrar al mundo de los foldables.

Hoy, este es el telèfono que más ha evolucionado.

El diseño: un teléfono que pide que lo mire dos veces

La primera vez que alguien saca el Flip 7 del bolsillo, siempre hay una pequeña pausa. La gente lo ve, lo reconoce, y dice algo tipo “¡ah, ese es el que se dobla!”. Y sí, se dobla, pero también impresiona por su construcción. Samsung logró que el Flip 7 sea su plegable más delgado hasta ahora, con un marco de Armor Aluminum, bisagra reforzada y vidrio Gorilla Glass Victus 2. En mano se siente sólido, premium, y con ese peso justo (unos 188 gramos) que da confianza sin volverse ladrillo, algo que no pasaba en algunas de las primeras versiones.

La bisagra es silenciosa y precisa, cierra sin huecos, y eso en la vida real se nota: ya no hay ese temorcito de “¿se va a llenar de polvo?”. Es un teléfono que entra y sale del bolsillo sin drama, que cabe en el jean sin pelear espacio con las llaves, y que cuando uno lo abre, da una pantalla grande de 6,9 pulgadas que se siente como la de cualquier flagship. Es como tener un S25 en la mano.

Esa bisagara es una obra de ingeniera en si misma.

¿Oportunidades de mejora? Claro que las hay. La famosa “arruga” del pliegue sigue ahí. A mí, personalmente, no molesta para nada, pero hay gente que si hace un escándalo al respecto.  . Aun así, como pieza de ingeniería, el Flip 7 deja claro que los plegables ya no son un experimento: son una opción real, sólida y cada vez más práctica.

La pantalla exterior: más útil que nunca.

Si hay un detalle que cambia por completo la experiencia, es la pantalla exterior, esa pequeña ventana que ahora creció a 4,1 pulgadas. El salto frente al modelo anterior es brutal: ya no es una curiosidad, sino algo realmente útil, siendo quizás la diferencia más visible y real a lo largo de las diversas generaciones de Flip.

 

El Z Flip vs el Z Flip 7, no hay nigun celular que haya cambiado tanto.

Durante este mes, el equipo se usó para todo tipo de tareas cotidianas sin necesidad de desdoblarlo: revisar mensajes de WhatsApp, cambiar de canción, mirar la hora, ver notificaciones o responder algo rápido mientras se camina. Y sí, es cómodo, rápido y práctico.

Samsung acertó al mejorar el brillo y añadir Vision Booster, lo que hace que incluso bajo el sol se vea bien. Es cierto que no todas las apps están perfectamente optimizadas (algunas se ven raras o con márgenes raros), pero el 99 % del tiempo la experiencia fluye.

El S25 Ultra y el Z Flip 7, dos flagships.

La pantalla interior, por su parte, mantiene su magia AMOLED con 120 Hz de refresco, colores vibrantes y un brillo que llega hasta los 2.600 nits. En el día a día, es ideal para ver series o videos. Lo divertido es que ahora puedes hacerlo apoyando el teléfono en una mesa, mitad doblado, mitad desplegado, sin tener que buscarle un soporte.

En resumen, esta pantallita ya no es un capricho: es una herramienta práctica que da identidad al Flip 7, para serles sincero el mayor perjudicado ha sido mi Galaxy Watch, pero de eso hablaremos después.

Inteligencia artificial: la nueva mejor amiga del Flip

El otro gran paso adelante del Flip 7 está en su IA integrada, la ya famosa Galaxy AI que Samsung está incluyendo en toda su línea premium (y en mayor o menor grado en su serie A). Y aunque muchos usuarios pueden pensar que es puro marketing, después de un mes de uso se nota que sí hay mejoras reales.
Funciones como Now Brief (un panel que muestra recordatorios, clima o agenda diaria en la pantalla externa) se vuelven parte de la rutina sin darse cuenta. También está el Writing Assist, que ayuda a redactar mensajes o correos, y lo mejor: ya está disponible en español, algo clave para de verdad sacarle jugo.

La IA mejoró mucho la fotografía nocturna del Z Flip.

En el apartado de cámara, la IA hace su magia con el Auto Zoom y el ProVisual Engine, que ajustan el enfoque, la exposición y el color según el entorno. La experiencia de selfies es probablemente la más divertida: el teléfono se pliega, uno lo pone sobre una mesa  y la pantalla externa sirve como espejo o visor. Con un gesto o una palma abierta, dispara la foto. Simple, sin trípode, sin incomodidad.

Eso sí, no todo es perfecto. Algunas funciones dependen de conexión a internet, y en zonas con cobertura irregular o datos lentos (algo bastante común fuera de las grandes ciudades) pueden tardar un poco. Además, el uso intensivo de IA y la doble pantalla le pasan factura a la batería a la que un día de uso fuerte la lleva al límite. Aun así, el Flip 7 demuestra que la IA no es un adorno. Hace que el plegable se sienta más inteligente, más útil y mucho más capaz.

¿Foto con algo de lluvia?, no hay lío.

Entonces, ¿ya es hora de tener un plegable?

Esa es la gran pregunta.  Si lo suyo es la portabilidad, la estética y la innovación, el Flip 7 es un equipo que encanta. Es ideal para quienes viven con el celular en la mano y quieren algo diferente, con ese toque de exclusividad que aún tiene un plegable. Además, su diseño compacto, la pantalla externa funcional y las mejoras en IA hacen que la experiencia sea tan fluida como la de cualquier flagship tradicional.

Por otro lado, si lo que más le importa es el rendimiento extremo, para tareas pesadas, con cantidades inmensas de almacenamiento, quizás lo ideal sea mirar por los lados del Fold. El Flip 7 sigue siendo un dispositivo premium, pero a la vez se siente fresco y en el mundo de los celulares de alta gama, es de hecho, el que más ha cambiado en los últimos 5 años. La innovación demanda flexibilidad.

Es que es muy bonito…

Pero hay algo que no se puede medir con especificaciones: el placer de usarlo. Abrirlo para contestar una llamada o cerrarlo de un golpe para terminarla tiene un encanto que ningún otro smartphone ofrece. Es divertido, diferente y, para muchos, suficiente motivo para sentirse cual Soraya Montenegro colgando indignado una llamada.

Tras un mes con el Galaxy Z Flip 7, queda claro que Samsung por fin logró un equilibrio entre diseño, funcionalidad y madurez tecnológica. Ya no se siente como un prototipo caro, sino como un smartphone real que además se dobla. La pantalla externa cambió el juego, la IA lo hace más útil y el diseño hace que quieras mostrarlo.

Esto ya es una propuesta seria.

Así que sí, para muchos colombianos que quieren un teléfono distinto, potente y con estilo, el Flip 7 ya es un sí. Un sí con condiciones, claro: el precio sigue alto y la batería no es infinita. Pero es un sí a la innovación, al diseño y a la sensación de tener algo que se siente realmente nuevo en la mano. Porque, al final, después de un mes usándolo, lo único que cuesta volver a doblar… es la idea de regresar a un teléfono que no lo haga.

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Andrés Felipe Sánchez

@andresfesac

 

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