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¿Te comerías un postre impreso en 3D?

Conoce todo sobre el pastel de queso comestible elaborado con un láser de alta precisión.

¿Comería un postre impreso en 3D? aunque parezca algo bastante interesante y al mismo tiempo desconcertante, hay que mencionar que ingenieros de la Universidad de Columbia (Nueva York), imprimieron en 3D una rebanada de pastel. Estos investigadores han realizado una gran cantidad de objetos atractivos y útiles haciendo uso de  impresoras 3D, por lo que recientemente se conoció que han llevado esto a otro nivel, al crear esta impresión del pastel de queso de forma comestible y elaborada con un láser de alta precisión.

 

La receta fácil de imprimir requiere tan solo siete ingredientes los cuales son; pasta de galleta Graham, mantequilla de maní, así como también la mermelada de fresa, Nutella, puré de plátano, llovizna de cereza y por supuesto no puede faltar el glaseado. Esta tecnología construyó la rebanada exprimiendo cada elemento de una jeringa en líneas finas, formando el postre en capas. ¡Una innovación fascinante!

 

Todo sobre el postre impreso en 3D

 

Sin lugar a dudas este postre en 3D ha dado mucho de qué hablar, se trata de un postre que no fue realizado por ninguna mano humana sino por una impresora 3D que los ingenieros han estado refinando, la misma se encuentra repleta de láseres que tienen como objetivo, convertirla en el electrodoméstico ideal para la cocina del futuro, una impresora que no sólo cocina, sino que personaliza lo que desee.

 

El primer intento de realización de esta tarta no presentó la textura correcta, pero tras otros intentos, logró poseer un aspecto físico bastante atractivo y muy bien definido. El ingeniero mecánico de la Universidad de Columbia y primer autor del nuevo artículo, Jonathan Blutinger mencionó que actualmente la tarta de queso es lo mejor que pueden mostrar, pero, enfatizó que la impresora puede hacer mucho más como por ejemplo pollo, verduras, entre otros.

 

Además, los investigadores dejaron claro que la impresión 3D podría ayudar con la planificación de comidas, al mismo tiempo que  podría hacer que los alimentos sean más higiénicos al disminuir la manipulación humana.

 

Blutinger, también explicó que la impresión 3D es aún una tecnología naciente, por lo que  necesita un ecosistema de industrias de apoyo, como los fabricantes de cartuchos de alimentos, así como también archivos de recetas descargables y un ecosistema en el que se pueda crear y compartir estas recetas.

 

Pero si hay algo que destacar, es que por el momento, estas máquinas no son nada económicas, el dispositivo que ensamblaron costó alrededor de 1.000 euros, sin incluir los láseres, que pueden costar 500 euros cada uno. Pero lo más probable es que con el pasar del tiempo, el precio sea mucho más asequible y se estima que de ser así, esta tecnología podría funcionar en el mercado masivo.

 

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